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Agricultores destacan "positivo" diálogo con gobierno argentino

Al cabo de tres horas de conversaciones, anunciaron que han pactado con Fernández tratar "todos los problemas" del sector en reuniones técnicas que empezarán el lunes próximo.

Por: | Publicado: Viernes 11 de abril de 2008 a las 18:53 hrs.
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Las asociaciones agropecuarias de Argentina destacaron el "positivo" diálogo que mantuvieron hoy con la jefa del Estado, Cristina Fernández, en medio de la "tregua" a los 21 días de protestas que llevaron a cabo hasta comienzos de mes.

Al cabo de tres horas de conversaciones, anunciaron que han pactado con Fernández tratar "todos los problemas" del sector agropecuario en reuniones técnicas que empezarán el lunes próximo.

Los dirigentes de las cuatro mayores asociaciones agropecuarias, que reúnen a unos 290.000 productores, insistieron en el rechazo a la subida de impuestos a las exportaciones de granos, medida que el Gobierno ha dicho que no se propone modificar.

Poco antes de la cita, el jefe del gabinete, Alberto Fernández, había dicho que se abría "una buena oportunidad" para instalar el diálogo con el campo para "acordar un plan de acción" para el sector, pero negó la posibilidad de revisar la política impositiva.

La mayor presión del Fisco desató la huelga patronal y los bloqueos de carreteras que productores agropecuarios de todo tamaño llevaron a cabo durante 21 días hasta el 2 de abril pasado, cuando declararon una "tregua" por 30 días.

"Habrá que ver qué avances hay cuando concluya la tregua: la decisión de volver a la huelga o seguir negociando no la toman cuatro dirigentes, habrá que discutirlo con quienes pusieron el pellejo en las rutas", apuntó el líder de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi, en una rueda de prensa en la sede del Gobierno.

Dijo que se acordó que el jefe del Gabinete, Alberto Fernández, encabezará unas negociaciones en las que el campo "espera ver cómo se van resolviendo cada uno de los temas pendientes con la mayor celeridad posible".

"Fue una reunión positiva, coincidimos y discrepamos en cada tema, pero por fin hemos dejado de conversar por medio de la prensa y hablamos de que hace falta una nueva política agropecuaria en Argentina", subrayó Buzzi.

Mario Llambías, presidente de Confederaciones Rurales Argentinas, destacó a su vez que en la reunión con el Gobierno "se habló con mucha sinceridad" después de las duras críticas que hizo la mandataria del país, quien llamó "piquetes de la abundancia" a las protestas del campo.

Mientras, el líder de la Sociedad Rural, Luciano Miguens, expresó su confianza en que se pueda negociar una reforma a la "inoportuna e injusta" aplicación de un nuevo sistema impositivo que el 11 de marzo pasado encareció los impuestos a la exportación de soja y girasol.

Fernando Gioino, quien preside la Confederación Intercooperativa Agropecuaria, matizó que ahora empieza "un camino diferente" en el que el Gobierno "mostró predisposición para salir de las viejas políticas y aplicar otras de largo alcance".

La huelga agropecuaria causó desabastecimiento y subidas de los precios de los alimentos, además de golpear a la industria por falta de materias primas para la manufacturación.

Además, paralizó durante 21 días al mercado de hacienda en pie y los envíos de granos al exterior, de los cuales Argentina es uno de los principales productores y exportadores mundiales.

El campo sostiene que la nueva política impositiva supone para el sector una "confiscación adicional" de 2.500 millones de dólares al año, además de los 7.500 millones anuales que aporta por otros impuestos.

Pero las autoridades argentinas sostienen que apunta a mejorar la distribución del ingreso e impedir que el país solo se dedique a exportar soja en desmedro de otras actividades agropecuarias y de la industria.

Argentina es el tercer productor mundial de soja y el primer exportador de aceites de ese grano oleaginoso, pero los ingresos del Fisco no se reparten entre las provincias, lo que avivó las protestas del sector agropecuario.

A fines de marzo pasado, las duras críticas de Cristina Fernández a los huelguistas desembocaron en un "cacerolazo" de rechazo en Buenos Aires y otras grandes ciudades cuando la mandataria acababa de cumplir 100 días de gestión.

En respuesta, sectores sindicales y del gobernante Partido Justicialista (peronista) organizaron un multitudinario acto de apoyo a la presidenta, quien insistió en que las protestas en el campo y las ciudades fueron "ataques" a su Gobierno "por cuestiones políticas".

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