Internacional

Argentina y el FMI se enfrentan en torno al combate de la inflación

En situaciones "complejas", como la argentina, "todas las herramientas macroeconómicas disponibles deben ser usadas", afirmó el FMI.

Por: | Publicado: Viernes 11 de abril de 2008 a las 17:19 hrs.
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Las diferencias entre el gobierno de Argentina y el Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre la inflación se pusieron de manifiesto hoy de nuevo en la sede del organismo donde ambas partes expresaron visiones diferentes sobre cómo combatirla.

El director gerente del FMI, Anoop Singh, señaló que en situaciones "complejas", como la argentina, "todas las herramientas macroeconómicas disponibles deben ser usadas".

Esa fue la evaluación hecha por el Consejo Ejecutivo del organismo "hace algún tiempo", explicó.

Fundamentalmente, las herramientas macroeconómicas para combatir la inflación son la reducción del gasto público y la subida de las tasas de interés.

Singh alertó en una rueda de prensa del aumento de la inflación en América Latina en general, impulsada por el alza de los precios de los alimentos y la energía.

Por su parte, Martín Lousteau, ministro de Economía de Argentina, afirmará mañana en un discurso ante el principal órgano de gobierno del FMI que subir las tasas de interés "no ayudará a contener los precios de los alimentos".

"Los mayores precios de los alimentos son parte de un cambio en los precios relativos (de distintos productos) que no requieren un ajuste de la política monetaria", dirá Lousteau en el discurso ante el Comité Monetario y Financiero Internacional (IMFC), que fue distribuido hoy a la prensa en inglés.

Ante el alza de los precios, el Fondo urge a los países a no imponer restricciones a las exportaciones porque aumentan el valor de los alimentos a nivel mundial y reducen el incentivo de cultivar, según explicó en un documento sobre el tema divulgado esta semana.

Esa es otra área de discordia con Argentina, que ha impuesto gravámenes a las exportaciones de granos, como una medida para que éstos se queden en el país y bajen sus precios.

Lousteau defenderá mañana los controles en su discurso. Indicará que el aumento de los precios de los alimentos justifica en su país la "intervención de forma responsable de las autoridades económicas para garantizar la protección del interés y el bienestar de todos los ciudadanos, especialmente de los sectores más vulnerables de la población".

Singh fue preguntado por esa política, pero no quiso pronunciarse. También se le preguntó sobre los deseos de Argentina de negociar su deuda en mora con el Club de París, por más de 6.000 millones de dólares, sin la participación del FMI, que hasta ahora siempre ha intervenido en ese tipo de operaciones.

"El Club de París tiene sus reglas y si se invocan esas reglas de una forma que requiera que el Fondo sea de ayuda, estaremos deseosos de serlo y de jugar un papel constructivo", dijo Singh.

El jefe de Gabinete argentino, Alberto Fernández, sugirió hoy en Buenos Aires que sea el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y no el FMI el organismo que estime la capacidad de su país de pagar su deuda como parte de un acuerdo con el Club de París, que agrupa a países acreedores.

En su discurso ante el IMFC -que Lousteau dará en nombre de Bolivia, Chile, Paraguay, Perú y Uruguay, además de su propio país- el ministro argentino también se referirá al proceso de reforma de la institución.

Lousteau se manifestará en términos negativos sobre el proyecto de redistribución del voto, que recibió el visto bueno del Consejo Ejecutivo del FMI el 28 de marzo y que está pendiente de ratificación por los países miembros.

"El texto enviado para nuestra aprobación no garantiza que habrá ajustes periódicos de la cuota", se quejará el ministro.

"Esta reforma puede congelar el status quo por largo tiempo", añade Lousteau en el texto, aunque no aclara si su país rechazará el plan.

En la votación en el Consejo Ejecutivo, el director que representa a Argentina y al resto del Cono Sur, excepto a Brasil, se abstuvo.

Todos los grandes países latinoamericanos, menos Brasil y México, pierden voto con la nueva fórmula de reparto de poder en el FMI.

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