Isabel Ramos Jeldres
Las repercusiones de la renuncia del primer ministro portugués, José Sócrates, están golpeando con fuerza al país. La agencia Fitch rebajó la calificación de Portugal en dos escalones y la dejó en revisión para otro posible recorte, mientras los líderes europeos intentan contener el nuevo capítulo en la crisis de confianza.
Fitch bajó la calificación de la deuda portuguesa a A-, desde A+, argumentando que “el hecho de no aprobar las medidas del miércoles y la incertidumbre política que siguió han debilitado la credibilidad del programa de Portugal, la reforma fiscal y estructural”.
El rechazo al programa de ajuste aumenta “significativamente las posibilidades de que Portugal requiera apoyo multilateral en el corto plazo, dada su menor capacidad para retener el acceso a los mercados”, acotó la agencia en un comunicado.
Portugal se acercó un paso a la ayuda externa luego de que el primer ministro José Sócrates presentara su renuncia el miércoles por la noche, luego de que el Parlamento no aprobara el plan de austeridad, y dejara al gobierno en el limbo un día antes de la reunión de líderes de la Unión Europea.
Ayer, los bonos portugueses a dos años llegaron a su máximo desde la introducción del euro en 1999, y las notas a diez años ampliaron aún más su brecha con los bunds alemanes. Pero, pese a la creciente incertidumbre entre los inversionistas, el euro subió por primera vez en tres días.
Costo del rescate
Pese a que las autoridades portuguesas aún no solicitan ayuda financiera externa, dos autoridades europeas con conocimiento del asunto anticiparon a Bloomberg que el rescate de Portugal podría sumar hasta 70 mil millones de euros (US$ 99 mil millones). Royal Bank of Scotland, por su parte, estima el costo del rescate en 80 mil millones de euros.
Una cita clave se realizará hoy, cuando el presidente Anibal Cavaco Silva se reúna con los principales partidos para zanjar la crisis política y decidir si convoca a elecciones anticipadas.
Por ahora, ni el saliente partido Socialista ni la oposición, representada en el partido Socialdemócrata, se han mostrado a favor de un rescate, pero el tiempo se está acortando para el primer vencimiento de bonos de este año, que se producirá el 15 de abril, cuando maduren notas por 4.300 millones de euros. A ellos se sumarán otros 4.900 millones de euros que expiran en junio, aseguró la estratega de UniCredit, Chiara Cremonesi.
Los líderes europeos, reunidos hasta hoy en Bruselas, pidieron a Sócrates y a los partidos de la oposición unirse en los esfuerzos por recortar los gastos, para evitar que Portugal se convierta en el tercer país de la eurozona en recurrir a un rescate, después de Grecia e Irlanda.
Problemas en Irlanda
La economía de este país, el último en recibir asistencia de sus socios europeos y el Fondo Monetario Internacional, no parece repuntar. El Producto Interno Bruto sufrió en 2010 su tercera contracción anual, y el rendimiento de sus bonos continúa subiendo.
El PIB bajó 1,6% en el cuarto trimestre frente al período inmediatamente anterior, su mayor descenso en un año, debido a la caída en el gasto de consumo, inversión y exportaciones, informó la oficina de estadísticas en Dublín. Frente al año anterior, la economía descendió 0,7% y acumuló una caída de 1% durante todo el ejercicio 2010.
En lo que se refiere a los bonos irlandeses, la prima de las notas a diez años llegó a 698 puntos base, un récord desde 1999, para luego caer a 672 puntos base. Según expertos, esto indica que la posibilidad de un default es cada vez mayor.