El regulador de juegos de azar de Suiza abrió una investigación preliminar sobre la venta de tokens basados en blockchains respaldados por la FIFA, que los aficionados pueden canjear por entradas para los partidos del Mundial de 2026.
Gespa, que también supervisa las loterías y las apuestas deportivas, está indagando si la FIFA está vendiendo la posibilidad de ganar entradas para un evento deportivo o si se trata de algo más cercano a un juego de azar. El regulador debe determinar si el organismo rector del fútbol mundial cumplió con las normas locales, declaró a Bloomberg el director de Gespa, Manuel Richard.
“Según una evaluación interna inicial, no se puede descartar que la oferta en collect.fifa.com sea relevante en virtud de la legislación sobre juegos de azar”, afirmó Richard en una declaración enviada por correo electrónico. “Gespa procederá ahora a recopilar más información para determinar si se requiere una acción regulatoria”.
Gespa no había recibido informes sobre la plataforma de la FIFA antes de las consultas de Bloomberg, añadió Richard. Un portavoz de la FIFA declinó hacer comentarios. La FIFA no ha sido acusada de irregularidades.
El Mundial 2026, que se celebrará en 16 ciudades de Estados Unidos, México y Canadá, será uno de los más lucrativos para la FIFA, que prevé ingresos por US$ 11.000 millones entre 2023 y 2026. La mayoría de los partidos se jugarán en EEUU, donde los inversionistas e incluso los aficionados están más familiarizados con el comercio de criptomonedas.
En el último Mundial, las entradas se vendieron a través del sitio web de la FIFA y se asignaron por orden de llegada. El año pasado, la FIFA comenzó a vender los llamados tokens Right to Buy, que otorgan a los compradores el derecho de adquirir una entrada garantizada para un partido del Mundial.
Una vez que las entradas salen a la venta, los titulares de estos tokens tienen garantizada la posibilidad de comprar una entrada para un partido específico, aunque aún se desconozcan el asiento y los equipos que jugarán. También pueden comerciar con estos tokens en mercados secundarios.
Algunos de estos tokens están vinculados a una selección nacional, pero implican un riesgo mayor. El token Right to Final, por ejemplo, ofrece a los aficionados la oportunidad de comprar una entrada para la final del Mundial, pero solo si el equipo cuyo coleccionable compraron llega hasta esa instancia.
Con casi 50 países participando en el torneo del próximo año, la mayoría de los tokens vendidos no se convertirán en entradas. Decenas de miles de tokens Right to Buy vendidos hasta ahora por la FIFA a aficionados optimistas habrían generado al organismo futbolístico una ganancia estimada de US$15 millones, informó The Athletic el mes pasado.
El token Right to Final: England costaba US$ 999, y ya está agotado. Si Inglaterra llega a la final, los titulares de esos tokens tendrán derecho a una entrada para el partido, aunque aún no se sabe cuánto más deberán pagar para conseguir el boleto real.
Entradas de US$30.000
La FIFA lanzó la semana pasada su plataforma de reventa de entradas, donde algunas para la final del Mundial se ofrecen por hasta US$30.000.
Gespa puede ordenar a las empresas con sede en Suiza que infrinjan sus normas que cesen las prácticas indebidas. Si la compañía opera solo en línea o tiene sede en el extranjero, Gespa puede pedir a los proveedores de internet suizos que bloqueen el acceso al sitio web. El regulador está legalmente obligado a notificar a las autoridades penales si se determina que se han producido violaciones, explicó Richard.
La FIFA, con sede en Zúrich, opera su plataforma FIFA Collect en asociación con Modex Tech Ltd., un desarrollador de software blockchain con oficinas en Suiza, Gibraltar e Italia. Modex aún no ha recibido comunicación de Gespa, según una persona familiarizada con el asunto. Un portavoz de Modex no respondió a una solicitud de comentarios.