Donald Trump firmó este martes la orden ejecutiva que eleva formalmente los aranceles a las importaciones de acero y aluminio desde el 25% al 50%, a partir de este miércoles 4 de junio.
El viernes pasado, el mandatario ya había adelantado esta medida, que se produce en un momento delicado para su política tarifaria, con Estados Unidos negociando con varios socios comerciales los denominados aranceles “recíprocos” antes del plazo autoimpuesto del 9 de julio.
Los mercados recortaron ganancias en la sesión de la tarde, tras la confirmación del gravamen en cuestión, con caídas en las acciones de fabricantes de equipos eléctricos pesados y automóviles.
“USTR envió esta carta a todos nuestros socios comerciales como un recordatorio amistoso de que se acerca la fecha límite”, informó la Casa Blanca.
El sustento legal del Presidente para imponer aranceles de manera unilateral ha sido puesto en duda, luego de que una corte federal invalidara derechos impuestos bajo una ley de emergencia. Sin embargo, esa sentencia no afectó los aranceles a metales, ya que estos se impusieron bajo una autoridad distinta.
Trump hizo el anuncio oficial el viernes durante un discurso en una planta de United States Steel Corp. en Pensilvania. Allí también respaldó la venta de la compañía a la japonesa Nippon Steel, asegurando que se mantendrá “bajo alguna forma de control estadounidense”.
“Eso significa que nadie va a poder robarles su industria”, dijo Trump a los trabajadores del acero, al anunciar la nueva tarifa. “Con un 25% todavía pueden saltar la valla; con un 50% ya no podrán hacerlo”.
Posteriormente, a través de una publicación en redes sociales, confirmó que la subida también se aplicará al aluminio.
Cartas a socios
Adicionalmente, la Oficina del Representante de Comercio de Estados Unidos (USTR, por su sigla en inglés) envió cartas a sus socios comerciales, “como un recordatorio amistoso de que se acerca la fecha límite y que las conversaciones están en curso”, informó Leavitt. “El Presidente espera buenos acuerdos, y estamos encaminados a lograrlos”, agregó.
Una de las personas que recibió la misiva, citada bajo condición de anonimato, señaló que la carta se enmarcó como una herramienta para orientar las negociaciones en curso, más que como una amenaza.
Nuevas críticas de Musk
Por otra parte, Elon Musk, que la semana pasada formalizó su salida de la administración Trump, criticó duramente el proyecto de ley fiscal insignia del Presidente, calificándolo como una “abominación” que desequilibra el presupuesto, en medio de crecientes cuestionamientos por parte de los halcones fiscales del Partido Republicano.
La condena pública del magnate tecnológico lo enfrenta al mandatario en un momento clave, justo cuando Trump realiza gestiones personales para convencer a los parlamentarios que aún se resisten a aprobar el paquete fiscal. Los comentarios de Musk podrían fortalecer la oposición y retrasar la aprobación de las rebajas tributarias y el aumento del techo de la deuda.
“Este proyecto de ley de gastos del Congreso, enorme, escandaloso y repleto de favores políticos, es una abominación repugnante”, escribió Musk en redes sociales. “Debería darles vergüenza a quienes votaron a favor”.