El Presidente Donald Trump ordenó aranceles del 10% sobre las importaciones de madera blanda y madera aserrada, así como gravámenes de 25% sobre gabinetes de cocina, tocadores y productos de madera tapizados, lo que marca su última apuesta por utilizar los impuestos a las importaciones para reforzar la fabricación nacional.
Los aranceles se aplicarán a partir del 14 de octubre, y algunos aumentos entrarán en vigor el 1 de enero, según una proclamación firmada el lunes. Son el resultado de una investigación del Departamento de Comercio sobre las importaciones de madera aserrada, madera y productos derivados que se inició en marzo.
Trump afirmó que las medidas previstas “fortalecerán las cadenas de suministro, reforzarán la resiliencia industrial, crearán empleos de alta calidad y aumentarán la utilización de la capacidad nacional para los productos de madera”.
Sin embargo, los constructores de viviendas han advertido que también podrían disuadir las inversiones en nuevas viviendas y renovaciones. Eso podría restar eficacia a la campaña de alto perfil de Trump para impulsar la compra de viviendas animando a la Reserva Federal a bajar la tasa de interés.
Canadá se verá muy afectado por la orden, ya que es, por amplio margen, el mayor proveedor de madera de EEUU y ya está sujeto a aranceles de 35,2% destinados a contrarrestar las supuestas subvenciones y los precios desleales. Y aunque Trump ha afirmado que EEUU no necesita madera canadiense, los suministros canadienses representan aproximadamente una quinta parte del mercado estadounidense.
Los aranceles se imponen en virtud del artículo 232 de la Ley de Expansión Comercial, que faculta al presidente a aplicar aranceles a los productos en nombre de la seguridad nacional. Son distintos de los denominados aranceles recíprocos, o específicos de cada país, que Trump ha impuesto para aumentar los ingresos y revertir los desequilibrios comerciales.
La creciente lista de aranceles sectoriales de Trump abarca una amplia gama de bienes de consumo. Estados Unidos ya ha impuesto aranceles al acero y al aluminio importados, y se siguen llevando a cabo otras investigaciones en virtud del artículo 232 sobre paneles solares, aviones comerciales, semiconductores y minerales críticos fabricados en el extranjero.
Trump anunció anteriormente sus planes de aplicar un arancel de 100% a los medicamentos de marca, aunque con una excepción para las empresas que desarrollen capacidad de fabricación en Estados Unidos.
Los gravámenes sectoriales también podrían ser más duraderos desde el punto de vista legal, un factor clave ahora que la Corte Suprema está considerando una impugnación de los aranceles recíprocos y que los funcionarios del gobierno trabajan para crear un régimen alternativo sólido en caso de que estos sean anulados.
Las principales economías que han firmado acuerdos comerciales separados con Trump tendrán tarifas más bajas, según la directiva de Trump. Por ejemplo, los aranceles sobre los productos de madera del Reino Unido no superarán 10%, y para la Unión Europea y Japón, se limitarán efectivamente a 15%.
Algunas tasas aumentarían el 1 de enero, según la orden de Trump, y ciertos productos de madera tapizados estarían sujetos a un impuesto más alto de 30%, mientras que los gabinetes de cocina y los tocadores se verían afectados por un impuesto de importación de 50%.
Esto refleja las tasas que Trump anunció en una publicación en las redes sociales el jueves, aunque el presidente había indicado originalmente que esos impuestos entrarían en vigor el miércoles.