Dos años atrás, en una visita a la planta de General Motors en Lordstown, Ohio, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama llamó al Chevrolet Cruze el “auto del futuro”. El modelo ha sido uno de los mayores éxitos post bancarrota de GM y en su camino este año en superar al Toyota Corolla como el auto compacto más vendedor en EEUU. Pero el Cruze es inusual por otra razón. Es uno de los varios nuevos modelos “mundiales” de GM que, desde las primeras etapas de desarrollo, fue diseñado y construido con los compradores chinos en mente.
“Antes, era como si el equipo de China mirara los vehículos que GM ofrecía mundialmente y dijera ‘OK, quizás eso funcionará en China’, y entonces lo localizaban”, dijo el director de vehículos en línea de GM en Shangai, Martijn Van Rossum.
“Ahora, China es parte de todo el proceso de desarrollo y suele ser el mayor mercado al que estos vehículos irán. Así que definitivamente todos escuchan lo que China tiene que decir”.
Michael Dunne, el presidente de la consultora de fabricante de automóviles Dunne and Co, dijo: “Mientras el mercado chino sigue creciendo, más y más diseños de modelos tendrán sus orígenes en China para muchas marcas”.
La tendencia se ve claramente en el mercado del lujo, donde Audi, Mercedes y BMW han “ampliado” sus modelos para ofrecer más espacio de asientos para los compradores chinos. “El espacio es el factor más importante para los consumidores chinos, especialmente en los asientos posteriores”, aseguró John Zeng, el director de proyecciones en JD Power Asia-Pacific.