La Reserva
Federal anunció hoy que comprará US$ 600.000 millones en bonos del Tesoro de
Estados Unidos a largo plazo para fines del segundo trimestre del próximo año
como medida para apuntalar la mayor economía del mundo.
Los
expertos esperaban que la entidad que dirige Ben Bernanke adquiriera, al menos,
US$ 500.000 millones.
Tras conocer
el anuncio las acciones en Wall Street reaccionaron con extrema volatilidad y a
esta hora anotan leves retrocesos. El impacto más plausible se observa en el
tipo de cambio. Es que la noticia arrastró al dólar frente al euro a niveles de
US$ 1,41.
La Fed dijo
además que mantiene las tasas en su mínimo histórico.
Algunos expertos han alertado de que esta medida tendrá poco impacto en
el crecimiento económico, porque los tipos de interés ya están en
niveles históricamente bajos, y solo servirá para disparar la inflación
y, quizás, crear burbujas especulativas en algunos mercados, como el de
valores.
En su comunicado el Comité, que aprobó la medida con
un voto en contra, indicó que revisará regularmente el ritmo y el
volumen del programa "según sea necesario para promover el máximo del
empleo y la estabilidad de los precios".
El voto disidente fue
el del presidente del Banco de la Reserva Federal de Kansas City,
Thomas Hoenig, quien advirtió que en su opinión los riesgos asociados
con las nuevas compras de bonos del Tesoro superan los beneficios.