Por Catalina González Salazar
El tiempo se le acaba a las nuevas autoridades de España. Ayer los bonos soberanos alcanzaron un máximo de 14 años, con la agencia Fitch advirtiendo que el futuro gobierno necesitará medidas adicionales para cumplir con el programa de ajustes económicos, el banco HSBC pidiendo detalles respecto al programa y el FMI abriendo nuevas líneas de crédito para frenar el contagio en la región.
Así, el recientemente electo mandatario del Partido Popular, Mariano Rajoy, se ve bajo presión para entregar pronto medidas concretas que rebajen el déficit del país, luego de que el Tesoro español tuviera que ofrecer más del doble de intereses que hace un mes para colocar sus bonos a 90 días, con una tasa de 5,11% desde el 2,29% previo. El nivel alcanzado está incluso por encima del 4,62% que pagó Grecia hace una semana y el 4,89% de Portugal.
Tras la subasta, los analistas coinciden en el peligro de que la deuda española se consolide en niveles insostenibles a largo plazo, con el Instituto de Estudios Bursátiles señalando incluso que “el mercado anticipa un default a corto plazo”.
Nueva línea de crédito
Ante la grave situación el FMI anunció la creación de una nueva línea de crédito flexible a corto plazo para frenar el contagio en la eurozona, haciendo subir los mercados y gracias a la cual España podría pedir hasta 46.650 millones de euros (US$ 63.000 millones). En el caso de Italia, la cifra podría ser de hasta 91.000 millones de euros.
“Hemos actuado rápidamente, y las nuevas herramientas nos permitirán responder más rápido y más efectivamente para el beneficio de todos los miembros”, aseguró a través de un comunicado la directora del Fondo, Christine Lagarde.
El mecanismo, llamado Línea de Liquidez y Preventiva (PLL en inglés), reemplaza la Línea de Crédito Preventiva (PCL) que fue creada durante la primera ola de la crisis financiera mundial de 2008-09 para asistir a los países golpeados por la volatibilidad del mercado. La PLC presta actualmente a países sobre un período de uno a dos años, mientras que la nueva línea tendrá vencimientos a seis meses para países con buenas políticas fiscales que podrán recibir ayuda por hasta cinco veces su cuota en el Fondo, y hasta diez veces para créditos a 12 y 24 meses.
La solicitud de la línea requiere un breve período de notificación e incluye condiciones menos exigentes, en oposición a los estrictos criterios requeridas para un rescate. El mecanismo usado en la crisis anterior también incluía condiciones mucho más duras y de hecho sólo fue utilizado por Macedonia.
Reformas estructurales
Aunque el anuncio es una buena noticia para España, la nación ibérica sigue bajo presión. La agencia Fitch advirtió ayer que el futuro presidente español deberá promulgar medidas de ahorro adicionales para cumplir las metas fiscales. “Si se quiere mejorar las expectativas del mercado respecto a su capacidad de crecimiento y reducir la deuda dentro de los límites de la eurozona, debe sorprender positivamente a los inversionistas con un ambicioso y radical programa de reforma fiscal y estructural”, dijo la agencia.
Por otro lado, el banco HSBC señaló que “los bancos están claramente preocupados por el sector de la banca española. Es crucial que el gobierno del PP explique con detalle cómo va a manejar esta situación para estabilizar el sentimiento del mercado”. Además, aseguró que es poco probable que España pueda salir del problema sin el respaldo del Banco Central Europeo.
El futuro presidente español aprobaría tres reformas económicas de urgencia una vez que asuma el cargo, a fines de diciembre. Según el periódico local Expansión, propondrá cambios en el ámbito financiero, laboral y de gasto. Rajoy expondrá sus planes ante los líderes europeos durante la cumbre del Partido Popular europeo del 7 y 8 de diciembre, en Marsella.