El presidente francés, Nicolas Sarkozy,
anunció hoy que el plan gubernamental destinado a garantizar los
créditos interbancarios tendrá un límite de 320.000 millones de
euros (unos US$428.800 millones).
Tras un Consejo de Ministros extraordinario destinado a adoptar
las medidas acordadas la víspera por el Eurogrupo, Sarkozy precisó
que Francia destinará ueste monto para
garantizar los préstamos entre entidades y fomentar así el mercado
crediticio.
Además, para impedir la quiebra de los bancos más afectados por
la crisis financiera, el presidente francés anunció una partida de
hasta 40.000 millones de euros con los que el Estado podría entrar
en el capital de las entidades al borde de la crisis.
Sarkozy afirmó que el Estado "no dejará a ningún banco llegar a
la quiebra" y señaló que, en caso de que exista ese riesgo, tomará
el control de la entidad y cambiará a su dirección.
"Con estas medidas esperamos poner fin a la crisis de confianza y
evitar a los franceses el coste desorbitado que tendría una crisis
del sistema bancario. No serían los bancos los más afectados, serían
los franceses, sus ahorros y sus empleos", afirmó.
El jefe del Estado señaló que el plan no tendrá ningún coste para
el contribuyente francés.
En el caso de las garantías de préstamos entre bancos, la cifra
de 320.000 millones "es un máximo que no será alcanzado", aseguró el
presidente.
En lo que se refiere a los 40.000 millones para recapitalizar
bancos, Sarkozy afirmó que el Estado se quedará con acciones de las
entidades, que serán vendidas una vez que pase la crisis y siempre
que su valor en el mercado sea al menos similar al dinero público
invertido.
El Consejo de Ministros acordó también poner en marcha un
conjunto de medidas destinadas a mitigar las consecuencias de la
crisis en las economías familiares y las pequeñas y medianas
empresas, señaló.
"El compromiso del Estado es considerable", aseguró Sarkozy, que
comparó el plan francés con el que han adoptado otros vecinos
europeos, pero destacó que "Europa unida ha hecho más que Estados
Unidos" para paliar la crisis financiera.
Sarkozy indicó, además, que cuando pase la crisis financiera
habrá que replantearse "una refundación del capitalismo", para lo
que propondrá "en las próximas semanas" una cumbre del G8 y de los
países emergentes para poner las bases del nuevo sistema.
"Queremos un capitalismo de emprendedores", afirmó el presidente
francés, quien se comprometió a pedir cuentas a los responsables de
la actual crisis.