Por J. Pickard y G. Parker /R. McGregor, Londres/Washington
La administración Obama mostró públicamente su creciente preocupación sobre una posible salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) ayer, sólo días antes de que David Cameron proponga planes para un referéndum sobre el asunto.
Diplomáticos estadounidenses han advertido durante meses en privado que el premier inglés arriesga a poner al país en un camino hacia la salida con su plan de renegociar los términos de su membresía en la UE y poner al “nuevo acuerdo” en un referéndum. Pero ayer Washington tomó la inusual decisión de informarles públicamente a los periodistas británicos que cree firmemente que la “relación especial” funciona mejor si el Reino Unido se mantiene en el corazón de Europa.
Philip Gordon, secretario asesor de asuntos europeos, aclaró que habrá consecuencias para el Reino Unido si deja la UE o si juega un rol menor en Bruselas. “Tenemos una relación creciente con la UE como una institución, que tiene una creciente voz en el mundo, y queremos ver una voz británica fuerte en la UE. Esos son los intereses de Estados Unidos. Damos la bienvenida a una UE abierta con el Reino Unido dentro de ella”, afirmó.
Jacob Kirkegaard, experto en Economía Internacional del Instituto Peterson en Washington, declaró: “Esto es esencialmente [Estados Unidos] diciéndole al Reino Unido ‘están solos en esto’. Hay un elemento de anticipación aquí y claramente debe tener intenciones de crear olas”.
Gordon dijo que no quería interferir en los asuntos británicos, pero habló sobre la frecuente historia “introvertida” de las negociaciones de la UE. “Mientras más reflexione la UE sobre sus debates internos, será menos capaz de lograr la unificación”.