FT Español

El QE3 navega hacia las aguas agitadas de la política

La Fed y Bernanke se arriesgaron con una decisión fuerte dos meses antes de la elección presidencial.

Por: | Publicado: Sábado 15 de septiembre de 2012 a las 05:00 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

Por James Politi



Ben Bernanke y la Reserva Federal finalmente jalaron el gatillo de la “QE3”, una nueva ronda de compra de activos para apoyar a la economía estadounidense, en uno de los movimientos de política monetaria más importantes desde que comenzó en 2009 la lenta recuperación de la recesión.

La decisión de proceder, anunciada ayer en la tarde en un comunicado casi unánime del Comité Federal de Mercado Abierto, fue un reflejo de la creciente preocupación dentro del banco central estadounidense sobre la naturaleza tentativa del panorama económico.

Con el desempleo aún atascado sobre 8% y la creación de empleo avanzando en vaivenes anémicos, las autoridades de la Fed sintieron que no tenían más opciones que presionar con la acción más agresiva posible para impulsar la economía.

Pero no fue, de ningún modo, una decisión fácil para la Fed, ya que tuvo restar importancia no sólo a las preocupaciones sobre la efectividad de la expansión monetaria -dado que ya aplicado dos rondas de QE- pero también las implicancias políticas de una acción fuerte menos de dos meses antes de la elección presidencial.

Para estar seguros, Bernanke y la Fed habían estado preparando por algún tiempo a los mercados, y los políticos en Washington, para la jugada.

Cuando Bernanke le dijo a una audiencia de banqueros centrales reunidos en el resort de las Montañas Rocallosas de Jackson Hole el mes pasado que el estancamiento del mercado laboral estadounidense era una “preocupación grave”, fue la señal más clara de la frustración del presidente con la inhabilidad de la economía de sacudirse el legado de la recesión y moverse a una velocidad más alta.

Y después de que el Departamento de Trabajo reportara que en agosto se crearon sólo 96 mil empleos -mientras que la tasa de desempleo bajó a 8,1% debido a un éxodo de la fuerza laboral- el argumento a favor de nuevas compras de activos se volvió aún más fuerte.

“Era bastante inevitable que después del informe de empleo fueran a tomar una decisión”, dijo Steven Leslie, analista financiero para EEUU de la Economist Intelligence Unit.



Parálisis legislativa


Se suma a las razones de la Fed para actuar la parálisis del Congreso por la política fiscal, que hizo imposible predecir que llegara un nuevo estímulo de Capitol Hill.

De hecho, la QE3 puede servir como seguro frente al peligro de que el punto muerto fiscal se extienda mucho después de la elección, y conduzca a EEUU a la recesión, si los parlamentarios no llegan a acuerdo sobre una manera de evitar el “abismo fiscal”, una combinación de US$ 600 mil millones de alzas de impuestos anuales y recortes de gastos, que entrarán en vigor a principios de enero.

“La Fed está saliendo al frente y contrarrestando parte del impacto”, dijo Scott Brown, economista jefe de Raymond James & Associates.

La forma de la acción que adoptó la Fed es ampliamente consistente con sus intentos previos de alivio cuantitativo, pero parece más audaz.

El monto de los activos comprados, que equivalen a US$ 85 mil millones, incluyendo bonos respaldados por hipotecas y títulos de largo plazo comprados bajo la continuación de la “operación Twist”, sigue el camino de rondas de alivio previas, pero el compromiso esta vez tiene un final abierto.

Esto significa que la Fed continuará entregando estímulo para el futuro previsible, hasta que haya una mejora sustancial en el mercado laboral.

“No va a encender los motores de la economía de inmediato, pero ayuda a disminuir los problemas en el sector inmobiliario”, afirmó Brown.



Tasas excepcionalmente bajas


Pero la Fed también extendió su guía a futuro de “tasas de interés excepcionalmente bajas”, desde fines de 2014 a mediados de 2015, indicando que el dinero fácil seguirá fluyendo a través de la economía estadounidense por al menos tres años más. “La pregunta del millón de dólares sigue siendo ¿qué tasa de desempleo será la que probablemente provoque que empiecen a sacar su pie del acelerador?”, planteó Chris Rupkey, economista de Bank of Tokyo-Mitsubishi.

“Pensamos que es algo cercano a 7%, pero a veces tememos que el presidente quiera que la tasa de desempleo caiga cerca de 6%, porque piensa que la pérdida de empleo es una grave preocupación”.

Esta posibilidad, y la acción de la Fed, provocaron una reacción molesta de algunos críticos republicanos en Capitol Hill.

“Estoy decepcionado de las acciones de la Reserva Federal y creo de verdad que el presidente Bernanke está comenzando a hacer un daño serio a la Fed como institución. Las compras sin fecha de término de títulos respaldados por hipotecas politizarán a la Fed y van a sumar riesgos sustanciales a sus balances, pero no ayudará a las perspectivas de crecimiento de largo plazo de nuestra economía”, expresó Bob Corker, senador republicano por Tennessee.

Tanto Mitt Romney como Paul Ryan, los candidatos republicanos a la presidencia y vicepresidencia, respectivamente, han expresado su oposición a la tercera ronda de alivio cuantitativo.

Lo más leído