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Mario “el Sucio” salva al euro, pero ¿no se irá a acobardar al final?

El presidente del Banco Central Europeo podría tener en apariencia muy poco en común con “Harry, el sucio”...

Por: | Publicado: Lunes 30 de julio de 2012 a las 05:00 hrs.
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El presidente del Banco Central Europeo podría tener en apariencia muy poco en común con “Harry, el sucio”. Pero la declaración de Mario Draghi a los inversionistas en Londres de que el BCE haría todo lo que esté en su poder para mantener a la eurozona unida, (“y créanme, va a funcionar”), fue el equivalente financiero de “adelante, te desafío”.

Los inversionistas quedaron impresionados por esta inyección de machismo en una crisis de deuda que ha empeorado por la indecisión de la eurozona. Los rendimientos de los bonos soberanos italianos y españoles cayeron inmediatamente. Las bolsas se recuperaron de las pérdidas de comienzos de la semana.

Pero Draghi se está jugando el cuello. Si está bluffeando, podría quedar en evidencia.

El viernes, el Bundesbank echó agua fría sobre las dos políticas que tenían más posibilidades de marcar un punto de quiebre: relanzar las compras de bonos del BCE o entregar una licencia bancaria al Mecanismo de Estabilidad Europea (MEE), el fondo de rescate de la unidad monetaria respaldado por los contribuyentes. Si Draghi hace lo que promete, podría tener que enfrentarse a Jens Weidmann, el hombre del Bundesbank en el consejo del BCE.

Hay señales de que el consejo está avanzando hacia un renovado activismo. La semana pasada, Ewald Nowotny, el presidente del banco central del Austria, expresó simpatía por la idea de una licencia bancaria para el MEE. Si Draghi comparte esta actitud, serían muy buenas noticias.

Una licencia bancaria habilitaría al MEE a registrar los bonos que compra para obtener liquidez del BCE, como cualquier banco privado. Esto podría darle un poder de fuego ilimitado, como tiene el propio BCE para comprar bonos. Ambos, si siguen con convicción, eliminarían las preocupaciones de los mercados de que los actuales compromisos de la eurozona para “hacer lo que sea necesario” vencerán antes de que se resuelva el problema. Eso podría reducir la necesidad de usar los fondos del BCE, directamente o como un respaldo para el MEE.

Pero el MEE es superior a la compra directa de bonos del BCE en dos dimensiones críticas. Una es con respecto a los estados beneficiarios cuyos bonos serían respaldados. El MEE está diseñado para imponer condiciones a cambio de ayuda de una manera que el BCE no puede.

La otra es respecto al BCE mismo. Poner el balance del banco central directamente en riesgo amenaza su independencia. Al contrario, el MEE es capitalizado por los gobiernos miembro que cargan con el riesgo crediticio en sus espaldas.

Los detractores de una licencia bancaria lo consideran una forma encubierta de financiamiento monetario ilegal. Pero la prohibición de la UE sobre las líneas de crédito para gobiernos explícitamente exime a las instituciones crediticias estatales. Y los bancos privados son libres de convertir sus bonos soberanos en efectivo del BCE, incluso con ratios de capital en porcentajes de un sólo dígito.

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