Recapitalizar los bancos europeos requerirá una cifra considerable
Cualquier mecanismo que los políticos europeos inventen para concretar...
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Por P. Jenkins en Londres y G. Wiesmann en Berlín
Cualquier mecanismo que los políticos europeos inventen para concretar la recapitalización forzada de los bancos del continente, lo cierto es que esa recapitalización tendrá que ser considerable.
Si los analistas están en lo correcto, harán falta 200.000 millones de euros
(US$ 155.000 millones), o más, para reforzar las reservas de capital de modo que tengan niveles creíbles presuponiendo “recortes” en el valor de la deuda soberana que tienen en las naciones aproblemadas de la eurozona.
Esto está muy lejos de la cifra de 2.500 millones de euros que la Autoridad Bancaria Europea, el ente regulador de la Unión Europea, calculó hace menos de tres meses en relación a sólo ocho instituciones. Sin embargo, a medida que empeoraba el clima en los mercados, políticos, reguladores y algunos banqueros empezaron a creer que la clave para detener la gangrena podría estar en elevar los niveles de capital. Con las finanzas de Grecia cada vez menos firmes y la rebaja en la calificación del crédito de Italia, crecen las perspectivas de enfrentar reestructuraciones de deuda, con la consiguiente pérdida para los tenedores de esa deuda.
El nerviosismo obstaculizó la capacidad de los mayores tenedores sistémicos de deuda, los bancos, de convencer a los inversionistas para que compren sus propios títulos de deuda. Pese a que la mayoría de los bancos prefinanció su oferta crediticia para el resto del año, la preocupación real es qué puede ocurrir si los mercados de financiación siguen cerrados de enero a marzo, cuando una cifra estimada en 170.000 millones de euros normalmente llegaría a ellos.
El consenso que se está formando en los mercados indica que la mejor manera de restaurar la confianza sería un programa de alivio para activos en dificultades, que en EEUU se denominó con la sigla TARP y que apuntaló las recapitalizaciones de las instituciones bancarias de ese país tras la crisis de 2008.
Los analistas de JPMorgan crearon modelos de requerimientos de inyecciones de capital en el sector bancario europeo que hablan de alrededor de 150.000 millones de euros, que podría trepar a 230.000 millones de euros en un clima de pesimismo. Nomura pone la cifra en 200.000 millones de euros y las estimaciones de Morgan Stanley llegan a 190.000 millones de euros.
Además, es generalizada la idea de que el sistema bancario debe ser reforzado para resistir recortes sustanciales en el valor de la deuda de varias naciones. Por ejemplo, Kian Abouhossein, de JPMorgan, presupone recortes de 60% en el valor de la deuda de Grecia; de 40%, en el caso de Portugal e Irlanda, y de 20% para Italia y España. Hasta ahora la mayoría de los bancos han calculado un único impacto: un recorte de 21% sobre el grueso de sus tenencias de deuda griega.
El mayor desafío político en el tema de las recapitalizaciones, es un tema que ya produjo un grave desacuerdo entre los europeos: el de evitar sufrir el estigma de un rescate. El ministro de Finanzas francés, François Baroin, dijo ayer que “la respuesta, será europea y colectiva, no francesa”.