China introdujo aranceles de represalia sobre alrededor de US$ 22 mil millones en productos mayoritariamente agrícolas estadounidenses, apuntando a la base rural del Presidente Donald Trump, en la más reciente escalada de la guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo.
La soja, una de los principales envíos de EEUU al gigante asiático y cuyo valor el año pasado ascendió a US$ 12 mil millones, fue gravada con un arancel adicional del 10%, al igual que la carne de cerdo, la carne de vacuno y los mariscos. El algodón, el pollo y el maíz enfrentan gravámenes adicionales del 15%.
Los analistas de Nomura estimaron que el arancel adicional del 10% aplicado por China cubre casi US$ 19 mil millones de importaciones estadounidenses, y que US$ 3 mil millones de bienes reciben un gravamen adicional del 15%. En total, la lista de China incluye 740 artículos.
La semana pasada, Beijing también suspendió las importaciones de madera de EEUU, alegando preocupaciones por plagas en función de las recientes detecciones de escarabajos de corteza y escarabajos de cuernos largos. El año pasado, los exportadores estadounidenses enviaron troncos de madera por un valor de unos US$ 850 millones a China.
Un profesor de economía de Beijing, que pidió no ser identificado, dijo que la respuesta de China indica moderación para negociar. “Los productos agrícolas afectados provienen de estados republicanos, lo que parece ser un intento de ejercer cierta presión política sobre Trump”, indicó.