Unilever informó que se ha visto obligada a retrasar la escisión de su división de helados, valorada en 15 mil millones de euros, debido al cierre del gobierno de Estados Unidos, que ha dejado en suspenso numerosas ofertas públicas iniciales (OPI) planeadas.
La compañía señaló el martes que la Comisión de Bolsa y Valores de EEUU (SEC) no pudo registrar las acciones del nuevo negocio para cotizar en la Bolsa de Nueva York, luego de que el shutdown interrumpiera el funcionamiento de varias agencias federales.
Unilever planea separar su división de helados —que produce marcas como Magnum y Ben & Jerry’s— este año, mientras su nuevo director ejecutivo, Fernando Fernández, impulsa un plan de reestructuración que busca enfocar a la compañía en belleza y cuidado personal, alejándola del negocio alimentario.
La nueva empresa, denominada The Magnum Ice Cream Company, debía cotizar en Ámsterdam el 10 de noviembre, con listados secundarios en Londres y Nueva York.
Unilever no entregó un plazo para el retraso, pero aseguró que “mantiene su compromiso y confianza en concretar la escisión en 2025”, agregando que el trabajo preparatorio “sigue en marcha y avanza bien”.
Efectos del cierre gubernamental
El cierre del gobierno, iniciado el 1 de octubre tras el fracaso de demócratas y republicanos en aprobar un proyecto temporal de financiamiento, ha dejado a las agencias federales operando con servicios limitados.
La SEC ha suspendido a la mayoría de su personal y no ha podido realizar sus funciones habituales, como revisar y aprobar salidas a bolsa. Sin embargo, la agencia ha propuesto un mecanismo alternativo que permitiría registrar automáticamente algunas ofertas y revisarlas más adelante.
El director de inversiones de AJ Bell, Russ Mould, comentó que, aunque el retraso resultará frustrante para ciertos inversionistas, espera que Unilever mantenga sus planes.
“Será frustrante para los accionistas de Unilever que querían vender sus acciones gratuitas del negocio de helados, o para quienes solo buscaban invertir en esa entidad”, señaló.
Los accionistas de Unilever aprobaron dos resoluciones para consolidar el capital accionario de la empresa tras la escisión, durante una junta general celebrada después del anuncio.