Los inversionistas están entusiasmados con la expansión de OpenAI, que impulsa fuertes alzas en las acciones tecnológicas. Pero un número creciente de expertos de Wall Street teme que los abruptos saltos que agregan decenas de miles de millones de dólares en valor en cuestión de minutos sean una señal de un mercado poco saludable, similar al de la era puntocom.
Advanced Micro Devices (AMD) vivió este impulso el lunes, cuando sus acciones se dispararon, elevando brevemente su capitalización bursátil en cerca de US$ 100 mil millones en su punto máximo intradía, luego de que la fabricante de chips firmara un acuerdo con OpenAI que podría generar miles de millones de dólares en ingresos. Los papeles de AMD extendieron las ganancias a una segunda jornada, subiendo hasta 7,5% en las primeras operaciones del martes.
Esto siguió a un salto de 36% en las acciones de Oracle el mes pasado, que añadió US$ 255 mil millones a su valor bursátil en una sola sesión, tras entregar una proyección excepcional para su negocio de cloud, que incluyó un acuerdo con el operador de ChatGPT valorado en US$ 300 mil millones a cinco años.
“Si cualquiera de estos acuerdos se cae, tendrá un efecto dominó aguas abajo que me parece preocupante”, dijo Brian Mulberry, portfolio manager de Zacks Investment Management, que administra unos US$ 12 mil millones en activos. “Me recuerda a lo que pasó con las telecomunicaciones a mediados de los noventa”, agregó el experto.
Estos movimientos ocurren en medio de la creciente preocupación por una posible burbuja en torno a la inteligencia artificial, dado que los actores clave -principalmente Nvidia y OpenAI- comprometen miles de millones de dólares en acuerdos con un grupo de empresas que desarrollan infraestructura para esta tecnología. A medida que se gastan más recursos, aumenta el temor de que la tendencia termine en un colapso similar al ocurrido hace 25 años tras la euforia puntocom, cuando las fuertes inversiones se realizaron anticipando un tráfico en internet que tardó mucho más en materializarse.
Una corrección podría ser aún más dolorosa hoy, ya que las principales acciones tecnológicas representan cerca del 35% del índice S&P 500, frente a menos del 15% en 1999.
“El mercado está valorando estos acuerdos como si todas las empresas que transan con OpenAI fueran ganadoras”, señaló Michael O’Rourke, chief market strategist de Jonestrading.
“OpenAI es una compañía con flujo de caja negativo y no tiene nada que perder al firmar estos contratos. Los inversionistas deberían ser más selectivos. Pero este es un entorno de ‘comprar primero y preguntar después’”, añadió.