El Gobierno argentino lamentó hoy la
nueva huelga comercial a la que convocaron las patronales rurales en
protesta contra las políticas oficiales hacia el sector y aseguró
que la medida de fuerza "no tiene asidero".
"Al paro no le encuentro asidero. Las medidas que tomamos van en
el sentido de lo que ellos pidieron en público y en privado. No se
comprende el objetivo de una medida de estas características",
destacó a los periodistas el jefe del Gabinete, Aníbal Fernández.
Los dirigentes de las cuatro principales entidades rurales
convocaron ayer a una nueva huelga comercial, la tercera en lo que
va del año y la octava desde que en marzo de 2008 se inició el
conflicto con el Gobierno, que se niega a bajar los impuestos a las
exportaciones de granos.
El paro, que comenzará el próximo viernes y se prolongará durante
siete días, supondrá la no comercialización de granos con destino a
industrias y exportación y el no envío de ganado en pie a los
mercados de hacienda.
La convocatoria se hizo efectiva horas después de que la
presidenta argentina, Cristina Fernández, vetara una ley de
emergencia agropecuaria aprobada hace unos días por el Parlamento
con el aval de oficialismo, pero que contenía reducciones y hasta
eliminaciones de los derechos de exportación de granos en algunos
distritos de la provincia de Buenos Aires.