Gobierno holandés colapsa por plan de ajuste fiscal y arrecian críticas al manejo de la crisis europea

A la contracción de manufacturas en la eurozona se sumó el anuncio del primer ministro holandés, Mark Rutte, que no logró alcanzar un acuerdo con un partido de su coalición de centro derecha sobre medidas de austeridad. El premier presentó la dimisión de su gobierno a la reina Beatriz, lo que podría anticipar las elecciones, dejando en entredicho la receta de recortes presupuestarios de la canciller alemana, Angela Merkel.

El impasse hizo caer negociaciones que se arrastran desde el 5 de marzo sobre planes de recortes por 9.500 millones de euros (US$ 12.500 millones), necesarios para despejarle el camino a Holanda en la crisis de deuda. El 21 de abril sorpresivamente el Partido Libertad, del líder de oposición Geert Wilders, retiró su apoyo. Eso llevó a Rutte a adelantar las elecciones para resolver el punto muerto.

“Tendremos que encontrar mayorías para preparar el presupuesto 2013, pero también para entregar en el corto plazo un programa de estabilidad a Bruselas”, contó el ministro de Finanzas, Jan Kees de Jager, quien en el pasado criticó a países con problemas de presupuesto y llegó a decir que a Grecia se le debía negar ayuda internacional hasta que ordenara sus cuentas fiscales.

El pronóstico es que el déficit presupuestario de Holanda, la quinta mayor economía de la eurozona, se sitúe en 4,6% de su PIB en 2013. Con la caída del gobierno “aumentó el riesgo de que bajen la calificación de Holanda y pierda su triple A”, dijo a Bloomberg el jefe de investigación macro de ABN Amro Group, Nick Kounis. “No veo a una mayoría del parlamento llevando el déficit a 3%, lo que pide la Comisión Europea. Es de esperar que los políticos se organicen, ya que el país tiene una gran larga historia de disciplina fiscal”, agregó.




El método Merkel


La crisis en Holanda, aliada de Alemania en disciplina presupuestaria, junto a las voces anti-austeridad en la campaña electoral en Grecia, generaron nuevas dudas sobre la estrategia conducida por Merkel para afrontar la crisis que ya lleva dos años.

“Organizamos un camino de disciplina, lo que es muy bueno y tenemos que continuar con eso, pero necesitamos desesperadamente un camino de crecimiento, solidaridad, inversión”, aseguró el ex premier belga, Guy Verhofstadt, ahora miembro del Parlamento Europeo.

Merkel, quien ha dominado la respuesta europea a la crisis, defendió que la reducción de deuda es la mejor vía para la salud económica. “El manejo sólido del presupuesto es un factor para generar crecimiento, pero por supuesto no es el único”, dijo la líder alemana el domingo en la feria industrial de Hannover. “Todavía estamos en el proceso de dominar la crisis”.

Para ratificar las nuevas reglas fiscales antes de fin de año, Merkel necesita el apoyo de 12 de los 17 países miembro. Aunque los costos del endeudamiento alemán han bajado, a otros países les ha costado convencer a los inversionistas de que la austeridad es la vía a la estabilidad política y financiera.