El Tesoro italiano intervendrá para asegurar
que "ningún banco quebrará", afirmó hoy el primer ministro, Silvio
Berlusconi, al terminar un Consejo de Ministros extraordinario
convocado para afrontar la crisis financiera internacional.
Esa intervención, en caso de que sea necesario, se sustanciará
mediante la compra de acciones del banco afectado por parte del
Estado, agregó Berlusconi, quien quiso así transmitir un mensaje de
tranquilidad a los italianos.
Sin embargo, el Consejo de Ministros no decidió que se ponga un
fondo a disposición de los bancos porque considera que tienen
"patrimonio y liquidez suficiente".
"Los italianos no deben correr a retirar el dinero para meterlo
debajo del colchón porque el sistema financiero nacional es más
seguro", dijo bromeando Berlusconi.
Sus palabras fueron refrendadas por el ministro de Economía y
Hacienda, Giulio Tremonti, quien explicó que lo que ha hecho el
Consejo de Ministros es "extender la garantía del Estado sobre el
fondo de garantía interbancario".
Tanto Tremonti como Berlusconi insistieron en que no se trata de
salvar a los bancos "porque el sistema financiero italiano es sólido
y se salvan por sí solos", sino de asegurar lo que ya está
garantizado.
En la rueda de prensa también participó el gobernador del Banco
de Italia, Mario Draghi, quien explicó que la decisión adoptada es
tan sólo "una medida de prudencia".