La junta de accionistas de Repsol aprobó hoy, en Madrid, el acuerdo alcanzado en febrero por la compañía con el Gobierno argentino, para la compensación por la expropiación de su filial YPF en 2012.
El acuerdo pone fin a casi dos años de disputas por la expropiación del 51% de las acciones de YPF que tenía Repsol, y establece una compensación para la petrolera española de US$ 5.000 millones, una deuda que se terminará de saldar en 2033.
También fija una serie de garantías para asegurar el cobro de la compensación, que se articulará a través de la entrega de deuda soberana argentina.
Asimismo, contempla la retirada de todos los litigios judiciales pendientes, incluido el arbitraje en el Banco Mundial, y la renuncia a futuras reclamaciones.
El acuerdo fue firmado por Repsol y el Gobierno argentino el pasado 27 de febrero, pero todavía tenía que ser ratificado tanto por el Parlamento argentino como por la junta de accionistas de la Repsol.
Hace dos días, el 26 de marzo, fue aprobado por el Senado argentino, tras once horas de debate y con 42 votos a favor, 18 en contra y ocho abstenciones, lo que despeja el camino para su ratificación definitiva en el Parlamento en las próximas semanas.
El presidente de Repsol, Antonio Brufau, dijo hoy que, tras la firma del acuerdo, la compañía puede dedicarse "en cuerpo y alma" al día a día de su negocio y destinar los recursos de la compensación a su crecimiento tanto orgánico como inorgánico.
Brufau reiteró su intención de vender los bonos "a medio plazo", lo que, unido a la desinversión en la participación que todavía mantiene en YPF, reportaría a la compañía unos ingresos de entre US$ 6.000 y US$ 6.500 millones.
Esta estrategia "es un salto de calidad muy importante", subrayó el directivo, porque permitirá que "el salto orgánico que tenemos en la casa lo podamos completar con crecimiento inorgánico".
En cualquier caso, si Repsol mantuviera los títulos en cartera, obtendría un incremento en la cuenta de resultados antes de impuestos de entre 400 y 500 millones anuales como resultado de los intereses.
El acuerdo supondrá para Argentina la emisión de deuda pública por hasta US$ 6.000 millones, que incluirán US$ 5.000 millones en títulos a valor nominal que se entregarán a Repsol, más otros US$ 1.000 millones para cubrir la suma acordada, en caso que los títulos coticen en el mercado por debajo de su valor nominal.