No es raro escuchar en sus pasillos, que toman prestados los nombres de las avenidas más exclusivas de Europa, cifras de ocho dígitos. Porque TEFAF (The European Fine Art Fair) es la feria de arte más importante del mundo y las obras con una cotización superior a US$ 14 millones, que escasamente llegan a otros eventos, están aquí en diferentes ubicaciones, en un auténtico museo de primer nivel en el que todo está a la venta. Si, como comenta Clare McAndrew, autora del TEFAF Art Market Report 2013, “el mercado global del arte se sitúa en
US$ 70.000 millones, y el 36% se mueve en ferias”, no es de extrañar que cada año se espere en la ciudad holandesa de Maastricht, entre los 70.000 visitantes, a un buen número de millonarios que adquieran las mejores obras de las 30.000 ofertadas, valoradas en
US$ 7.000 millones.
Desde hoy al 23 de marzo se reúnen este año 275 galerías de 20 países cuyas propuestas son objeto de exhaustivos filtros (proceso conocido como vetting, en inglés) por parte de 175 expertos internacionales en 29 categorías. A pesar de tratarse de una feria eminentemente europea -la mitad de las galerías son de este continente- desde su fundación en 1975, TEFAF marca el estándar de calidad en todo el planeta.
La propuesta más cara de esta edición se localiza en la sección Haute Joaillerie, y es Hair&Jewel de Graff Diamonds, valorada en
US$ 500 millones y basada en el peinado que realizó en 1970 Laurence Graff, su fundador, colocando de un modo artístico en el cabello de una modelo joyas valoradas en un
US$ 1,4 millón. En 2013 y para celebrar la apertura de su tienda número 40, el joyero londinense ha realizado una nueva versión con 22 diamantes y piedras raras sobre el recogido que luce la alemana Dalia Gunther (en la fotografía), ahora a la venta en TEFAF: un anillo de diamantes con una esmeralda amarilla de 52,73 quilates, pendientes Sweetheart de 50 quilates, un diamante corazón de 50,76 quilates, un pendiente de diamante briolette azul, un anillo de diamante rosado...
Algunas de estas piezas han nacido del gran Letöeng Star de 550 quilates, el diamante blanco en bruto más grande en su clase, entre los 20 de mayor tamaño del mundo.
En la misma sección, Chopard presenta el diamante camaleón de mayores dimensiones (alrededor de US$ 10 millones) y la galerista española Deborah Elvira, piezas recuperadas de galeones hundidos en las costas dominicanas en los siglos XVII y XVIII, de distintas valías. Asimismo, la Galerie Francis Janssens trae, por cerca de US$ 2,6 millones, una colección de joyas, The Art Nouveau Jewellery Collection, integrada por 12 joyas art nouveau (una de ellas, Metamorphose, se puede ver en la página siguiente, figura número 1) y una art déco, La danseuse de Van Cleef & Arpels.
Un lujo
La pintura contemporánea tiene un lugar eminente en esta feria, a la que coleccionistas de todo el mundo llegan en jet para adquirir un Van Gogh o un Léger.
Para ellos, TEFAF ofrece un completo servicio de asistencia personal. Stefan A. Horsthemke, responsable del mismo, explica a Fuera de Serie cómo, además de alojamiento en hoteles de cinco estrellas o incluso en castillos privados, transportes especiales, traductores o tratamientos de belleza, esta asistencia incluye “un servicio especial para quienes quieran invertir en el mercado del arte. Se trata de una excelente oportunidad para aquellas personas que disponen de dinero y desean colocarlo a largo plazo.
Las inversiones en arte son lo opuesto a líquidas, es decir, no es posible adquirir una pieza y venderla al mes siguiente. Así, para el supuesto de alguien que quisiera invertir un millón de euros en distintas épocas, podríamos diversificar el portfolio de la siguiente manera: 40% en clásicos modernos; 40%, posguerra, y 20%, contemporáneo. Solo considerando nombres internacionales reconocidos y altas calidades. Por ejemplo, podríamos elegir un dibujo de Picasso, una pintura pequeña de Gerhard Richter y algún artista joven como Óscar Murillo. Aunque siempre insistimos en que únicamente se debe invertir en piezas que realmente entusiasmen. Nosotros organizamos talleres con nuestros clientes y sus familias, para ver qué es lo que más encajaría con su disfrute”.
Una de las piezas más cotizadas de esta edición es el ocho cifras de Van Gogh titulado Moulin de la Galette, de 1887, que exhibe la galería londinense de Simon Dickinson.