En medio de la ola de malas noticias que arrecia desde EEUU y Europa, las economías en Latinoamérica miran el futuro con gran incertidumbre. Pero según Joyce Chang, las naciones como Chile no tienen que temer. Paradójicamente, asegura la directora global para mercados emergentes de JPMorgan Chase, la crisis global que amenaza al mundo desarrollado podría traer buenas noticias para las economías más pequeñas. Y aunque resulte difícil de creer, vale la pena tomarlo en cuenta, ya que Chang ha sido calificada como la mejor estratega de deuda soberana en mercados emergentes durante los últimos seis años en forma consecutiva.
Según datos recogidos por su unidad, el aumento en la volatilidad en el hemisferio norte ha disparado los flujos de capital hacia las economías emergentes. “Mientras en EEUU ha habido una salida neta de inversiones, en lo que va del año, en las economías emergentes han entrado US$ 30 mil millones a renta fija y la tendencia seguirá aumentando”, asegura.
- ¿Está justificado este interés?
- Por cierto. Nosotros esperamos un crecimiento de 6% este año para los mercados emergentes mientras que los países desarrollados sólo se expandirán 1,8%. Para 2017 proyectamos que los mercados emergentes representarán 50% del PIB mundial. Este año China contribuirá con 36% del crecimiento global, el doble que EEUU.
En promedio, la carga fiscal en los países desarrollados respecto del PIB aumentó en 22 puntos porcentuales y la deuda en 6,5 puntos del PIB. De este modo, el ratio de la deuda versus el PIB llegó a 100%. En los mercados emergentes es de sólo 35% del PIB.
EEUU puede evitar el default pero dudamos de que acuerden un recorte del déficit que sea suficiente para descartar los temores a una rebaja en su calificación de crédito AAA.
Europa concretó un segundo rescate a Grecia pero persisten las dudas de que pueda evitar un contagio que arrastre a otros países como Italia y España. Así es que los mercados emergentes se han distinguido como la inversión de mayor calidad en medio de esta crisis. Ahora son el nuevo refugio para la inversión mundial.
Y la tendencia va a seguir porque la mayoría de los inversionistas en las grandes economías siguen sub invertidos en mercados emergentes.
- En el pasado, estos flujos experimentaban súbitas salidas que provocaban profundas crisis. ¿No volverá a ocurrir lo mismo?
- Antes existía temor por la excesiva dependencia de los mercados emergentes del capital externo, pero eso ya no es así porque han desarrollado mercados locales sólidos. Chile es un buen ejemplo, pero no es el único. Ahora, países como Chile, Perú, México y Brasil, son acreedores netos del resto del mundo. A eso se suma que los antiguos refugios como EEUU ya no lo son. Las calificaciones de crédito han mejorado notablemente, mientras que la última alza a un país desarrollado fue en 2007. Uruguay acaba de ser promovido a un peldaño bajo el grado de inversión, y ahora está igual que Irlanda, que hace tres años era AAA.
En EEUU, el plan de reducción del déficit va a frenar el crecimiento y las tasas de interés no van a subir en el próximo año. También hemos aplazado nuestro calendario para el Banco Central Europeo porque el crecimiento se está estancando. Así es que este ciclo es muy distinto de los anteriores.
- ¿Pero no cree que si EEUU pierde su calificación AAA habrá un regreso de la aversión al riesgo?
- De hecho creo que eso aumentaría la demanda por mercados emergentes. Los inversionistas van a tener que buscar otras alternativas y una señal interesante en ese sentido es que el mercado de bonos de empresas de “high grade” en EEUU tiene calificación de crédito A, la misma que los mercados emergentes en moneda local.
- Pero todo este escenario dependerá en gran medida de lo que pase en China. ¿No hay riesgo de recalentamiento en China? Moody’s ha advertido además sobre una bomba de tiempo en la banca...
- Hay varios elementos que hacen que el sistema financiero chino no se pueda comparar con otros. China tiene la mayor tasa de ahorro del mundo, tres veces mayor que Latinoamérica. Tiene reservas extranjeras por
US$ 3,2 billones (millones de millones) y los recursos para manejar una crisis financiera. Si se mira la anterior crisis financiera, en los ‘90, fueron capaces de recapitalizar la banca porque tenían los recursos. Tienen controles de capital, el gobierno maneja todo el sistema financiero, todos los bancos son estatales. La moneda sigue subvaluada y hay mucha movilidad del empleo por las migraciones urbanas. Esto significa que China tiene más palanca para controlar el sistema financiero.
En cuanto a la inflación, el gobierno está combatiendo los préstamos al sector inmobiliario y a los gobiernos regionales y el PIB se va a frenar a un poco más de 8% en el segundo semestre desde las tasas de 11,5% antes de la crisis.
- ¿Entonces China será suficiente para sostener a Latinoamérica?
- Es difícil separar la historia de Latinoamérica de los commodities y la historia de los commodities es la historia de China, una historia que trata de demanda, inversión y consumo. Creo que esa tendencia se mantiene intacta. ¿Será suficiente China por sí sola para sostener la economía mundial? Esa es la duda. Pero para los países exportadores de commodities de Latinoamérica China es hoy un factor mucho mayor que antes. Brasil, al igual que Chile, exporta hoy más a China que a EEUU y hace dos o tres años nadie imaginaba que esto iba a cambiar tan rápido.
- ¿Y con estos flujos de capital alimentando el consumo interno, no hay una amenaza inflacionaria?
- La inflación en los mercados emergentes tocará techo este trimestre en 6,3%. Las autoridades han tomado muchas medidas para contener las alzas de precios, que incluyen tasas de interés pero también controles macroprudenciales, apreciación del tipo de cambio, acumulación de reservas, requisitos de reservas.
La desaceleración de la economía global además será bienvenida en algunos países donde había temores de recalentamiento. Latinoamérica crecerá 4,5% este año, ligeramente por sobre su crecimiento potencial, y el ritmo que se estaba viendo no era sostenible. Lo mismo se puede decir en el caso de China.