La
agencia de calificación de riesgos Moody's informó hoy que sigue
considerando "negativa" la perspectiva futura para el sistema bancario
del Reino Unido dada la "incierta trayectoria" de la economía británica.
El alto costo del refinanciamiento de la deuda y un menor respaldo al
sistema bancario por parte del Gobierno de coalición entre
conservadores y liberaldemócratas sustentan también la decisión de
Moody's de mantener la consideración "negativa".
"El entorno
crediticio sigue planteando desafíos para los bancos del Reino Unido
debido a la amplia gama de posibles escenarios, todos ellos con una
tendencia negativa", manifestó Elisabeth Rudman, vicepresidenta de
Moody's y autora del estudio sobre el Reino Unido.
Rudman
recordó que el fuerte programa de reducción del gasto público aprobado
por el Gobierno en octubre verá sus efectos en la economía y el empleo
en la segunda mitad de 2011, y que lo más probable es que tengan un
impacto negativo en la salud bancaria.
A eso hay que sumar la
crisis de deuda en Irlanda y "otras economías periféricas europeas", que
en opinión de Moody's afectarán únicamente a los beneficios y no a los
niveles de capital.
La agencia indicó que la deuda bancaria
que vencerá en los años 2011 y 2012, representa el segundo gran desafío.
"Aunque Moody's es consciente de que los bancos tienen planes para
mejorar sus perfiles financieros, su capacidad para ejecutar esos planes
dependerá de que puedan seguir teniendo acceso a los mercados
internacionales de deuda", explicó Rudman.
En terreno
positivo, Moody's consideró que se ha progresado en la tarea de
estabilizar la fortaleza financiera del sistema bancario en los dos
últimos años, con mayores niveles de capital y liquidez.
Para
regresar a una calificación de "estable" los bancos británicos tendrán
que normalizar las condiciones crediticias, incluida la política
monetaria, tener perfiles financieros más sólidos y reducir los niveles
de préstamos no ejecutados.