Mark Carney, el canadiense nombrado hoy como nuevo gobernador del Banco de Inglaterra, está considerado en Canadá como uno de los economistas más brillantes del país y uno de los responsables de la rápida recuperación de la economía canadiense tras la crisis de 2008.
Carney, de 47 años y casado con una economista británica con la que tiene cuatro hijos, procede de uno de los puntos más remotos de la inmensa geografía canadiense, la localidad de Fort Smith, en los Territorios del Noroeste del país.
Hijo de profesores, Carney cuenta con un impecable historial académico y profesional. Estudió en la prestigiosa Universidad de Harvard, donde se licenció en Economía. Posteriormente obtuvo un máster y un doctorado de la Universidad de Oxford.
Con esas credenciales, Carney trabajó durante 13 años en la firma Goldman Sachs, la controvertida institución financiera estadounidense por la que han pasado muchos de los más destacados nombres de las finanzas internacionales e implicada en la crisis de las hipotecas basura que desencadenó la recesión de 2008.
Carney conoció el mundo durante su etapa en Goldman Sachs, al trabajar en las oficinas del banco de inversión de Londres, Tokio, Nueva York y, finalmente, Toronto, antes de ser nombrado en 2003 subgobernador del Banco de Canadá y viceministro asociado del Ministerio de Finanzas canadiense.
Accedió al puesto de Gobernador del Banco de Canadá en febrero de 2008, cuando el mundo empezaba a conocer la magnitud de la crisis financiera mundial causada por las hipotecas "basura" de EEUU.
Desde su puesto al frente de la autoridad monetaria canadiense, adoptó una serie de medidas para aumentar la liquidez del sistema financiero del país, como el mantenimiento de los tipos de interés a niveles históricamente bajos, que los analistas consideran han sido claves para ayudar a Canadá a capear la crisis.
De hecho, Canadá es el país del G7 que mejor y más rápidamente se ha recuperado de la recesión.
En septiembre de 2009, el recién nombrado gobernador del Banco de Inglaterra, realizó una declaración de principios durante una entrevista a la televisión pública canadiense CBC sobre la crisis financiera mundial.
"Los mercados son herramientas increíblemente poderosas. Pero necesitan tener la infraestructura legal, técnica y reguladora apropiadas para ser efectivos", dijo Carney al ser preguntado sobre qué había aprendido de la crisis.
"Y creo que la otra cosa es que la política sí importa. La política hecha mal importa. Contribuyó a ponernos en esta situación. Pero la política nos ayudó a salir", añadió.
Las acciones de Carney al frente del Banco de Canadá han sido reconocidas no sólo dentro del país sino también en el extranjero.
En 2010, la revista "Time" dijo que "los gobernadores de bancos centrales no son a menudo jóvenes, de buen aspecto y encantadores pero Mark Carney tiene los tres, por no decir que es realmente inteligente".
En noviembre de 2011, fue nombrado presidente del Consejo de Estabilidad Financiera (FSB en sus siglas en inglés), una institución asesora con sede en Basilea (Suiza) y establecida por el G20 para ayudar a la recuperación del sistema financiero internacional.
Dentro de Canadá, es un nombre con el que casi todo el mundo quiere estar asociado y en los últimos meses se había convertido en una especie de celebridad.
El ministro de Finanzas de Canadá, el conservador Jim Flaherty, alabó hoy a Carney durante la rueda de prensa en la que se dio a conocer su nombramiento al frente del Banco de Inglaterra.