El presidente de EE.UU., Barack Obama,
anunció hoy una iniciativa para reformar el sistema de adjudicación
de contratos públicos y evitar el derroche, que según afirmó,
ahorrará al erario público US$ 40.000 millones anuales.
En un discurso en el Edificio Ejecutivo de la Casa Blanca, el
presidente estadounidense, acompañado de su ex rival electoral
republicano John McCain, entre otras personalidades, indicó que ha
suscrito un memorándum ejecutivo que hará el sistema de licitaciones
públicas más competitivo y abierto a las pequeñas empresas.
También buscará reducir la adjudicación de tareas a empresas
externas si esos proyectos se pueden acometer con personal
gubernamental de manera más económica.
"Se han acabado los días de dar a los contratistas del Gobierno
un cheque en blanco", afirmó el mandatario, que agregó que "aunque
nos encontráramos en tiempos de vacas gordas, esta reforma es algo
que hacía falta acometer desde hace mucho tiempo".
Buena parte de la reforma estará encaminada a los contratos
adjudicados sin licitación pública, donde, según denunció, es común
que el gasto final supere el presupuestado.
Tan sólo en el Departamento de Defensa, recordó, la Oficina de
Rendición de Cuentas del Gobierno encontró que en 95 contratos para
la adquisición de equipamiento el presupuesto se superó en un promedio 26% o US$ 295.000 millones a lo largo de la
duración de esos proyectos.
Según reveló Obama, para el 1 de julio la Oficina de
Administración y Presupuesto de la Casa Blanca deberá emitir las
directrices para la asignación de contratos nuevos o la
identificación de contratos ineficientes.
Para el 30 de septiembre, esa oficina tendrá que emitir
directrices para fomentar la competitividad en los concursos
públicos y clarificar cuándo es necesario recurrir a servicios
externos.
Obama presentó la semana pasada su primer presupuesto, de casi
US$ 3,6 billones, al tiempo que prometió reducir el déficit
fiscal que heredó, de US$ 1,3 billones, a la mitad en un plazo de cuatro
años.