La Organización Internacional del Trabajo
(OIT) adoptó hoy un pacto mundial para orientar las políticas
nacionales, regionales e internacionales dirigidas a estimular la
recuperación económica, generar empleos y proteger a los
trabajadores ante el impacto de la actual crisis mundial.
El pacto fue presentado y discutido durante la Cumbre Mundial del
Empleo, que se realizó esta semana como parte de la Conferencia
anual de la OIT y en la que participaron los presidentes de
Argentina, Brasil y Francia, entre otros.
Su adopción se logró por consenso de los delegados de gobiernos,
patronales y sindicatos de los 183 países miembros del organismo
internacional.
El director de Empleo de la OIT, José Manuel Salazar, destacó que
este pacto representa "el primer instrumento de política global para
afrontar la crisis".
Dijo que la base de apoyo para este pacto ha sido más amplia (en
cuanto al número de países) de la que puede conseguirse en cualquier
otro foro, incluido el G-20, que reúne a países industrializados y
economías emergentes.
La importancia de este documento resulta más evidente, agregó
Salazar, en la medida en que aún si la economía empezara a mostrar
señales de recuperación en 2010, la situación del empleo se seguirá
degradando.
"Aún con buenos indicadores macroeconómicos, el mercado laboral
empeorará", advirtió el funcionario.
Sostuvo, además, que no hay que olvidar que "en algunos países en
desarrollo recién estamos empezando a observar el impacto de la
crisis".
Recientemente, la OIT difundió un informe en el que se advertía
del aumento sin precedentes del desempleo mundial y la persistencia
de altos niveles de pobreza.
Ese estudio calcula que aunque la recuperación económica ocurra a
partir del próximo año, la crisis del empleo podría durar entre seis
y ocho años, particularmente si no se toman desde ahora medidas para
evitarlo.