El Parlamento griego aprobó hoy una
reforma fiscal para luchar contra el fraude y la evasión de
impuestos, con el fin de aumentar la captación de fondos y reducir
el abultado déficit del 12,7% que arrastra el país.
El primer
ministro, Yorgos Papandréu, calificó la reforma durante
su intervención en el Parlamento como "revolucionaria" y beneficiosa
para el conjunto de la sociedad.
"Estamos enviando un mensaje
claro. De ahora en adelante no habrá
más impunidad para la evasión y el fraude en los impuestos. Este
mensaje significa igualdad ante la ley", afirmó Papandréu en
declaraciones recogidas por la agencia Athens News.
La nueva
legislación aumenta el control sobre las grandes
operaciones monetarias en efectivo, una medida destinada a luchar
contra el fraude fiscal que supone para el Estado dejar de recaudar
miles de millones de euros anuales.
También acaba con ciertos
privilegios fiscales que disfrutaban
algunas profesiones como taxistas, camioneros, abogados y doctores,
entre otros.