Remodelación es la palabra clave en el nuevo proceso de Peugeot. Esto, tras conocerse la confirmación de su acuerdo para recaudar 3.000 millones de euros (US$ 4.100 millones) de la china Dongfeng y del Estado francés. Ambas partes pagarán cada uno 800 millones de euros por el 14% de la automotriz para igualar la reducida participación de la familia Peugeot.
Tras conocerse la noticia, los papeles de la compañía francesa llegaron a subir 9,1% durante el día, según datos de Bloomberg.
Con este nuevo escenario, Carlos Tavares, nuevo CEO de Peugeot Citroën, prometió desarrollar un agresivo plan de inversión de
US$ 7.260 millones de fondos de inversionistas para rehacer los modelos poco rentables, luego de presentar sus resultados con pérdidas por
US$ 2.539 millones en el segundo semestre de 2013. Esto se compara con
US$ 5.339 de pérdidas el mismo período del año anterior. Las proyecciones es que las resultados seguirán con números negativos hasta 2016, un año después de lo prometido.
Autos de bajo costo
Por otra parte, Jean-Baptiste de Chatillon, director financiero de la compañía francesa, dijo que Peugeot usará su nuevo capital para avanzar en tecnología híbrida, en vehículos de bajo costo y en mercados mediterráneos, donde ha sido superada por su rival gala Renault-Nissan.
Con la compra de Dongfeng, la familia Peugeot bajó su propiedad en la firma francesa de 25,5% a 14%, lo que marca el fin de la era de la dinastía Peugeot.