La reforma tributaria de Beijing prevista para 2012 apuntará a impulsar el consumo interno, aliviar la carga de las PYME y facilitar el crecimiento del sector de servicios, afirmó el ministro de Finanzas, Xie Xuren.
Añadió que la meta del gobierno es reducir aranceles a importaciones, aumentar el alcance del IVA y del impuesto corporativo y lanzar un programa piloto en Shangai para reemplazar este último por el IVA en transporte y ciertos sectores de servicios como publicidad y consultoría.
Se espera que el gobierno expanda gradualmente el programa a todo el país, lo que causaría una baja en la recaudación de impuestos de US$ 62.000 millones anuales, dijo Hu Yijian, profesor de la Universidad de Finanzas y Economía de Shangai. Sin embargo, la medida podría ayudar a las firmas a crecer y llevar a un aumento general de la recaudación impositiva a largo plazo, según los economistas.
El gobierno también planea desviar más ingresos a las regiones occidentales, ricas en recursos, pero menos desarrolladas.
La rebaja arancelaria a importaciones podría impulsar el consumo interno, dijo Hu, cuando cae el superávit comercial. “El comercio chino será más equilibrado en el futuro”, señaló.
El gobierno también planea reducciones impositivas para las PYME, que han logrado obtener un “apoyo oficial sin precedentes”, indicó Liu Huan de la Escuela de Impuestos de la Universidad Central de Finanzas y Economía.