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REGÍSTRATE AQUÍPor: Valor Económico, Brasil.
Publicado: Martes 15 de julio de 2014 a las 05:00 hrs.
Hay pocas dudas entre los asesores de Dilma Rousseff acerca de que el ministro de Hacienda en un posible segundo mandato continuará siendo la propia presidenta de Brasil. Guido Mantega dará paso a alguien que pueda recuperar algo de credibilidad con los empresarios e inversionistas, pero las decisiones importantes seguirán siendo exclusivas del palacio presidencial.
Esto significa que un posible segundo mandato del Partido de los Trabajadores continuará estimulando el consumo, financiando la política industrial y gastando en el sector social. “No hay marcha atrás”, se escucha en la campaña del PT.
El gran cambio esperado por aquellos que siguen los planes políticos de la mandataria es una mayor agresividad en las subvenciones. La presidenta estaría convencida de que el modelo da resultados más rápidos y mejores que la inversión pública directa. El ejemplo de la modernización de los aeropuertos es citado con frecuencia.
Cuestiones como los precios regulados, la convergencia de la inflación a la meta de 4,5% anual, el futuro de las tasas de interés o el desempeño fiscal se consideran cíclicas y se esperará al calendario político. Las certezas en este momento son que no habrá “tarifazo” en 2015 o después de las elecciones y que el costo de reducir la inflación es muy alto y socialmente injusto.
En 12 meses, la tasa de desocupación registró una variación de 0,6 puntos porcentuales (pp.), debido al alza de la fuerza de trabajo (0,6%) y la nula variación de las personas ocupadas, informó el INE.
Según el CEO Luis Sepúlveda, muchas compañías están recurriendo únicamente a abogados para enfrentar la regulación, sin incorporar aún la capa tecnológica necesaria para cumplir en su totalidad con la regulación que entra en vigencia en 2026.