En una señal de que la crisis política comienza a afectar la cohesión de la coalición de gobierno de Michel Temer, el senado aprobó definitivamente, pero con ocho votos a favor menos que en la primera ronda, el texto base de la propuesta de enmienda constitucional (PEC) que establece un nuevo régimen de impuestos e impone un tope al gasto primario federal.
La PEC fue aprobada ayer por 53 votos contra 16. Fue por un margen menor al esperado, ya que se necesitaba tres quintos de los senadores (49 votos) para aprobar la propuesta. 69 de 81 de legisladores estaban presentes.
El límite máximo corresponderá a los gastos incurridos en el año 2016, ajustados por la inflación medida por el Índice Amplio de Precios al Consumidor (IPCA).
De acuerdo con el senador oficialista Eunício Oliveira, estarán excluidas de la ley las transferencias constitucionales a los estados y municipios, créditos extraordinarios derivados de gastos imprevistos y urgentes como las guerras, conmoción interna o calamidad pública; el costo de realización de elecciones por parte de tribunal electoral; y aquellas provenientes de la capitalización de las empresas estatales no dependientes.
El límite máximo de gasto público tendrá una validez de 20 años. A partir del décimo año, ese puede ser cambiado por el presidente con una ley complementaria.