El último intento de desbloquear la reforma a la legislación
europea sobre gestores de fondos de alto riesgo terminó en fracaso, al anularse
la reunión prevista para esta mañana debido a los "persistentes
desacuerdos" entre los países, según una nota de la Eurocámara.
El encuentro entre representantes de la presidencia de turno
de la UE (ocupada este semestre por Bélgica), la Eurocámara y la Comisión
Europea fue retrasado "para dar más tiempo a los estados miembros para que
lleguen a un acuerdo", informó el eurodiputado francés Jean-Paul Gauzès.
El asunto que sigue bloqueando las negociaciones es el llamado
"pasaporte europeo", que permitiría operar en toda la UE a los
gestores de fondos domiciliados fuera de Europa que hayan sido autorizados en
un Estado miembro.
Esta posibilidad era reclamada por Londres y rechazada por
París, con el argumento de que abriría la puerta a fondos establecidos en
paraísos fiscales como las islas Caimán que, al ser un territorio británico,
podrían operar sin mayores controles.
Sin embargo, Francia ha flexibilizado su postura en las
últimas semanas y estaría dispuesta a aceptar la puesta en marcha de un
pasaporte de forma gradual, a condición que el organismo encargado de expedirlo
sea la nueva autoridad común de supervisión de los mercados, que entrará en
vigor en 2011.
Francia, respaldada por Italia y Polonia, desea dar más
poder al supervisor comunitario; mientras que Reino Unido, Alemania, Luxemburgo
y, en menor medida, España, ven problemas a la cesión de su soberanía.