Hubo que esperar 21 meses para volver a ver una variación mensual
negativa de la inflación. Pero, en el mercado se esperaba una baja aún
mayor, lo que limitó el impacto de esta cifra en el mercado.
De
acuerdo a los datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), en
noviembre el Indice de Precios al Consumidor (IPC) registró un -0,1%,
que corresponde a la primera caída en la cifra desde febrero de 2007,
antes del fuerte incremento inflacionario que comenzó a mediados del
año pasado.
Con este dato, la inflación anualizada cayó
fuertemente desde 9,9% a 8,4%, lo que quiebra la tendencia alcista del
indicador y, según el consenso del mercado, es el comienzo de una
trayectoria a la baja.
Los datos entregados por el INE dan
cuenta de una fuerte caída mensual en el sector transporte, de 3,9%,
influenciada, particularmente, por la caída de 14,5% en las gasolinas,
gracias al nuevo escenario en el precio internacional del petróleo.
La baja de este sector tuvo una incidencia de seis décimas en el índice de noviembre, en línea con lo que esperaba el mercado.
La
sorpresa vino por el lado de los alimentos, que tuvo un alza mensual de
1,1% -con lo que su variación en 12 meses llegó a 14,2%-, cuando se
esperaba una caída por factores estacionales. Esto evitó que se
concretaran las estimaciones del consenso del mercado de un IPC mensual
cercano a -0,3%.
Subyacente
Más allá de la
sorpresiva alza de los alimentos, lo que más preocupa a los expertos es
la persistencia del contagio inflacionario.
El grupo Otros, que
incluye principalmente a servicios es el que tiene la mayor alza
anualizada (16,8%), lo que da cuenta de un alto grado de indexación a
la inflación pasada.
Asimismo, la inflación subyacente (IPCX),
que excluye a los combustibles y a las frutas y verduras frescas,
mostró un alza mensual de 0,6%, con lo que el indicador anualizado
subió a 9,5%, la cifra más alta desde enero de 1995.
El
académico de la Universidad de Santiago Guillermo Pattillo sostiene que
el IPC subyacente “es una de las razones que validan que el Central no
baje aún la tasa”.
El experto agrega que no hay claridad de que
las expectativas estén efectivamente ancladas, lo que haría que el tipo
rector se mantenga, a la espera de más información.
El
economista de CorpResearch Sebastián Cerda dice que “la probabilidad
mayor es que no muevan la tasa”, aunque añade que no hacer un recorte
es “sólo postergar la decisión, que de todas formas vendrá”.
En
tanto, el economista Alejandro Alarcón afirma que, a pesar de que se
mantienen efectos de segunda vuelta, las cifras de noviembre “están
marcando una tendencia a la baja”, lo que se ratificaría con IPC
negativos hasta febrero, lo que da el espacio suficiente para comenzar
con las bajas en el tipo rector en diciembre.