La época dorada de China continental pierde su brillo

El primer ministro visitó a dos provincias manufactureras y exportadoras clave en menos de un mes.

Por: | Publicado: Martes 28 de agosto de 2012 a las 05:00 hrs.
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Por Wang Xiangwei



El viernes, cuando el índice de Hang Seng perdió un 1,3% cerrando bajo el nivel de los 20 mil y las acciones de Shangai cerraron con una caída de 1%, terminado en el cierre más bajo desde marzo de 2009, el primer ministro Wen Jiabao aterrizó en Guangdong, una de los poderosos centros de exportación en China continental, para una inspección de dos días. Podría haber sido sólo una coincidencia, pero el viaje de Wen hace ver la creciente preocupación de Beijing por el estado de la economía.

Esta fue la segunda gira provincial de Wen en diez días. El 14 y 15 de agosto fue a Zhejiang, un gran hub manufacturero. La salud de las dos economías provinciales clave ha sido vista por mucho tiempo como un barómetro de la actividad económica nacional.

La cobertura de los últimos dos viajes de Wen revelan una mirada desalentadora sobre la economía. En la del fin de semana, sobre la visita de Wen a Guangdong, la televisión nacional CCTV dijo que las exportaciones de las principales provincias costeras se han desacelerado considerablemente desde julio. Después de reunirse con empresarios y oficiales, Wen reconoció que los últimos pedidos de exportación mostraron que las exportaciones China enfrentarán una mayor incertidumbre en el tercer trimestre. Un poco antes, en Zhejiang, él fue más explícito en advertir que la dificultad económica continuará por un tiempo.

En ambas locaciones, Wen dijo que sus giras apuntaban a expresar confianza sobre la economía, algo que recordó los viajes que realizó en 2009 para aumentar la confianza cuando el país fue golpeado por la crisis financiera global.

Pero ahora le podría costar más al primer ministro ser convincente, porque a Beijing se le acabaron las palancas mágicas para impulsar a la economía, a diferencia de lo que sucedió hace tres años cuando lanzaron un paquete de estímulo por 4 billones de yuanes, que rápidamente puso a la economía en marcha.

Más importante aún, la transición de liderazgo que ocurre una vez en una década en China, ha contribuido a paralizar la toma de decisiones. Mientras los líderes se comprometen en un intensa negociación para elegir candidatos para la nueva línea de liderazgo que tomará el poder a fin de año, todas las decisiones económicas importantes quedaron en pausa.

En efecto, como Wen se retirará en marzo del próximo año, sus días con el síndrome del pato cojo ya comenzaron. Cualquiera que espere alguna iniciativa mayor para estimular la economía se decepcionará: será muy poco probable en el futuro cercano, dado el empeoramiento de la economía internacional y doméstica.

El trabajo será dejado en manos de los nuevos líderes. Esto significa que es muy improbable que el crecimiento económico de China continental se recupere entes de 2013.

Ahora, su década ilustre se encamina a un opaco fin.

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