Fiel a su vocación pública y en un contexto marcado por estímulos gubernamentales, el Banco del Estado de Chile retomó el número uno en el ranking de volumen de hipotecarios, después de estar más de una década sobrepasado por el Santander.
BancoEstado registró $ 17,58 billones (millones de millones) en colocaciones para la vivienda al cierre de octubre, con un alza de más de 10% interanual. Esto representa casi un quinto del segmento en todo el sistema bancario, y lo deja ligeramente sobre los $ 17,46 billones del Santander, según datos de la Comisión para el Mercado Financiero.
La última vez que la estatal registró una cartera mayor a la del prestamista de capitales españoles fue en noviembre de 2010. Posteriormente Santander impulsó un liderazgo indiscutido, pero en el último tiempo empezó a redistribuir sus segmentos, también subsanando el deterioro en la calidad de sus hipotecarios.
Fuerte expansión
"Producto del avance del subsidio crédito para la vivienda con el subsidio Fogaes a la tasa de interés, BancoEstado ha otorgado a octubre 26 mil créditos para la vivienda, dándole a la entidad un lugar de liderazgo en el sistema bancario", dijo a DF el banco estatal.
El gerente general ejecutivo de BancoEstado, Óscar González, sostuvo que este hito reafirma el sentido de la banca pública. "BancoEstado construye futuro y equidad. Su acción estabilizadora, su red territorial única -con presencia en el 100% de las comunas del país- y su compromiso con políticas inclusivas permiten que cada crédito hipotecario otorgado sea también una inversión en el desarrollo de Chile”, manifestó.
Y citó algunos números que evidencian esta trayectoria: el año pasado concentró un tercio del número de créditos para la vivienda, y alcanzó un crecimiento real de 5,6%, muy por encima del promedio de la industria. Desde 2022, ha financiado más de 100 mil viviendas.
BancoEstado no sólo ha incrementado a ritmo sostenido el volumen de esta clase de activos, sino que también en este rubro ha mejorado el costo de riesgo, expresado como stock de provisiones por riesgo de crédito sobre el total de colocaciones.
Esto se explica principalmente por una cartera con mayor madurez, lo que implica un menor nivel de riesgo crediticio, junto con una menor incidencia de morosidad, lo que refuerza la solidez del portafolio y reduce la necesidad de mayores provisiones bajo la metodología estándar, según fuentes con conocimiento del tema.