Bancos incrementan sus ganancias, pero también crece el riesgo operacional

La Comisión para el Mercado Financiero publicó hoy los resultados del sistema bancario al cierre de junio y todo apuntó que el mayor pesimismo en la economía no ha afectado a la industria financiera. Al término del primer semestre la banca registró utilidades por US$ 2.038 millones, cifra que se elevó un 8,1% respecto al mismo período de 2018.

En lo que respecta a pérdidas por eventos de riesgo operacional -donde se registran las fallas de los procesos, del personal y de los sistemas internos o bien por causa de acontecimientos externos, incluyéndose el riesgo legal- la industria financiera registra mermas por $ 29.934 millones. Este número representa ya el 68,5% de lo informado en todo el año pasado.

Los bancos que tienen las mayores pérdidas por riesgos operacionales son Itaú con $ 9.438 millones, acaparando el 31,5% del total comunicado por el sistema bancario. En el segundo lugar está BancoEstado que tiene mermas a $ 5.863 millones, número que equivale al 19,5% del total de la industria. Y la tercera firma con mayores pérdidas por este concepto es Bci con $ 3.919 millones, cifra que representa al 13% de la industria.

Al momento de observar la evolución del crédito, la Asociación de Bancos informó que las colocaciones en junio avanzaron un 5,7% a 12 meses.

Frente a esta cifra, el gremio presidido por José Manuel Mena indicó que "el ritmo de expansión de las colocaciones sigue desacelerándose, en línea con el menor dinamismo que ha exhibido la economía en la primera mitad del año 2019".

A nivel de carteras se vislumbra la desaceleración en el segmento comercial, que en junio registra un crecimiento anual de solo 4,9%, cuando en mayo fue de 6,3%.

El área hipotecaria reflejó el mayor dinamismo con un aumento de 7,1% anual. El gremio destaca que las condiciones crediticias han favorecido al crecimiento de los préstamos para financiar la compra de viviendas.

El crédito de consumo aumentó un 5,7% en junio. Este menor ritmo de expansión –teniendo en cuenta que en mayo los préstamos de consumo subieron un 6,4%- "se asocia no solo a un entorno macroeconómico menos expansivo y a un mercado laboral poco dinámico, sino también a expectativas más pesimistas por parte de los hogares".