A pesar de que los depósitos a plazo han ido perdiendo terreno a medida que las tasas de interés que ofrece la banca son menos atractivas y surgen otras opciones de ahorro, los flujos de este producto han aumentado en el último año.
Al cierre de septiembre de este año, el flujo de los depósitos a plazo en pesos alcanzó al equivalente a unos US$ 72.217 millones, lo que significó un aumento de US$ 20.813 millones en el período de un año, ya que, en el mismo mes del año pasado, la banca registró entradas en pesos por una cifra equivalente a US$ 51.403 millones, de acuerdo con datos de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF).
Banco de Chile lideró como la opción preferida entre los chilenos, ya que anotó US$ 13.622 millones al noveno mes de 2025, lo que implicó para la institución un crecimiento de 9,1% en 12 meses.
Muy de cerca le sigue Banco Santander, quien en el mismo período alcanzó un flujo de US$ 12.525 millones, lo que significó un alza de 19,39% en un año.
El académico de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Los Andes, Nicolas Román, comentó que los depósitos a plazo actúan como refugio frente a la inestabilidad de otras inversiones como en renta fija o variable.
Además, los clientes consideran factores como la incertidumbre política y los conflictos geopolíticos al contratar un depósito a plazo, ya que los riesgos pueden evitarse gracias a este producto.
Dato específico
Sin embargo, el investigador del Observatorio del Contexto Económico (OCED) de la Universidad Diego Portales, Antonio Espinoza, afirmó que este repunte no significa una tendencia, sino que se trata de un dato específico.
Aseguró que, en el mediano plazo se puede esperar que los flujos de los depósitos disminuyan y se vuelvan un producto menos atractivo, ya que “a medida que la situación macroeconómica se está estabilizando y los inversionistas pueden optar por alternativas más riesgosas”.
Otro de los factores que afectan al panorama, es que actualmente se espera que la Tasa de Política Monetaria (TPM), la que está relaciona directamente con la tasa de los depósitos a plazo, “continúe disminuyendo en el margen a raíz de una inflación más controlada, por lo que esperaría que las tasas también lo hagan”, añadió Espinoza.
En septiembre de este año, la tasa de retorno promedio anual ofrecida por los bancos se ubicó en 4,3%, su nivel más bajo desde enero de 2022, cuando registró un 3,3% de promedio anual.