Citigroup, el mayor banco de Estados Unidos,
llegó hoy a un acuerdo con la Comisión del Mercado de Valores (SEC,
por su sigla en inglés) en un
caso de irregularidades contables sobre el impacto de la crisis
económica de Argentina en los resultados del grupo durante el cuarto
trimestre de 2001.
En un documento disponible en su página web, la SEC anunció hoy que el banco resolvió la disputa
sin pagar una multa pero se comprometió a no cometer futuras
violaciones de las leyes que regulan el mercado de valores.
La SEC recordó que, al final de 2001 y en 2002, "Argentina
experimentó una dura crisis económica durante la cual, entre otras
cosas, el Gobierno incumplió el pago de ciertas obligaciones de
deuda soberana, devaluó su moneda y abandonó el tipo de cambio 'uno
a uno' entre el peso argentino y el dólar".
En el momento de la crisis en Argentina, Citigroup era el mayor
banco extranjero en ese país, con un cuota de mercado de
aproximadamente el nueve por ciento y activos por valor de US$ 8.000
millones.
"Las acciones del Gobierno argentino durante la crisis
requirieron que Citigroup tomara una serie de decisiones contables
significativas durante el cuarto trimestre del 2001," señaló la SEC
en su informe.
Citigroup se vio afectado por la crisis porque tenía bonos del
Gobierno y por la venta de Bansud, la filial argentina del Banco
Nacional de México que el grupo estadounidense adquirió en agosto de
2001.
Asimismo, tuvo que asumir el impacto de la conversión a pesos
argentinos de más de US$ 1.000 millones en préstamos de
Citigroup en moneda estadounidense, indicó la Comisión.
En enero de 2002, Citigroup anunció que en el cuarto trimestre de
2001 ganó US$ 3.880 millones (74 centavos por acción),
incluyendo US$ 470 millones de cargos antes de impuestos relacionados
con el impacto de la crisis económica y política de Argentina.
Los resultados del banco estadounidense para ese trimestre fueron
de un centavo por acción superiores a lo estimado por los analistas
de Wall Street, ya que se anotó ganancias de más, según la SEC.
Si Citigroup hubiera considerado el impacto de la crisis conforme
a los principios contables generalmente aceptados, debería haberse
anotado cargos adicionales de al menos US$ 479 millones antes de
impuestos ó US$ 311 millones después de impuestos y hubiera visto
reducido su beneficio en el cuarto trimestre de 2001 en más de un
ocho por ciento, añadió la SEC.
Además, esto habría hecho que sus resultados trimestrales se
situaran cinco centavos por debajo de las previsiones de los
analistas.