Paula Gallardo
Una férrea defensa de la iniciativa que establece la licitación de los seguros asociados a créditos hipotecarios realizó el superintendente de Valores y Seguros, Fernando Coloma, restando toda validez a las críticas provenientes tanto de la banca como de las aseguradoras.
Según el regulador, “la realidad en sí misma” desmiente los cuestionamientos que apuntan, en primer lugar, que un servicio más barato -mediante la licitación- pone en riesgo la calidad del mismo, así como también que el nuevo esquema no tendrá mayor impacto en los precios de los seguros.
Es que para el superintendente, durante el proceso de revisión de las pólizas (obligatorio dadas las condiciones excepcionales que impuso el terremoto) se logró advertir que respecto de los seguros de incendio, sismo y desgravamen las comisiones equivalían -en promedio- al 50% del costo sobre las primas netas, lo que a su juicio “es una cifra preocupante desde el punto de vista de lo que uno quisiera de un mercado que fuese competitivo”.
- ¿Cuál fue el diagnóstico que motivó el envío de la Ley?
- Las entidades que entregan créditos hipotecarios hacen exigibles tomar estos seguros para resguardarse y proteger la fuente de pago. Sin embargo, las carteras estaban totalmente capturadas por las entidades crediticias y le traspasaban los costos a los asegurados. Entonces, nos pareció que aquí claramente había un espacio para mejorar la situación.
- La crítica apunta a que la licitación no tendrá gran impacto en precios...
- Esa crítica no me parece razonable y creo que es desconocer absolutamente cómo operan las licitaciones y la presencia de la competencia. La idea es que se licita el paquete en términos tales que la compañía de seguros A va a querer asociarse a una corredora de seguros que sea la más eficiente posible -cumpliendo con los objetivos, responsabilidades y servicios que tiene que prestar- porque al final lo que determina quién gana la licitación en la suma del costo del seguro que cobra la compañía de seguro, más lo que cobra el corredor de seguros.
- ¿Cómo se ve reflejado eso en costos para el asegurado?
- Si partimos de la base que las comisiones que hoy existen son fuera de mercado, lo que va a ocurrir es que éstas se van a determinar competitivamente y va a quedar sólo la comisión del corredor. La comisión de la entidad contratante, que es una comisión especial que ponía la entidad crediticia como precondición en sus licitaciones privadas se acaba.
- ¿Eso asegura competencia?
- Van a estar todas las fuerzas del mercado para que el corredor y para que el costo del seguro sea el menor posible, porque las compañías que participan saben que ellos tienen que ir con un precio bajo si quieren tener opción de ganar y tiene que asociarse con corredores que también den buenas condiciones de precio. Entonces, los montos de esas comisiones se van a reducir muy drásticamente y eso es suficiente para tener una baja sustantiva en los precios.
- También se ha cuestionado que más barato pone en riesgo la calidad del servicio...
- Todo ese argumento de que podrían ser más riesgosas es ficticio y es una crítica interesada para crear una situación de duda, porque hoy la restricción para que las compañías de seguro puedan participar es que tengan una clasificación de riesgo desde A hacia arriba. Entonces, ya existe un filtro. Además, la superintendencia está entrando en todo un proceso de supervisión basada en riesgos lo cual implica tener una tuición mucho más directa sobre las compañías.
- ¿Las aseguradoras actuales están en ese estándar?
- ¡Es una realidad de mercado ya revelada! Hoy hay 22 compañías que operan seguros generales y 15 de ellas participan en este mercado de seguros de incendio y sismo. O sea, estamos diciendo que un porcentaje muy alto del conjunto ya es aceptada por las entidades crediticias para asegurar la eventualidades que pudieran ocurrir.