El mercado descontó ayer parte de las preocupaciones por una eventual interrupción del suministro en Egipto y que habían elevado el precio del barril del crudo texano (WTI) sobre
US$ 100, tocando los máximos de mayo de 2012.
La agitación política del país en quiebre institucional aumentó la incertidumbre, gatillando compras de los operadores ante el alza del precio. Sin embargo, ayer, tras la llegada al poder de un presidente provisorio (ver en contraportada) se calmaron las preocupaciones por un corte del suministro.
Con todo, el barril de crudo de Estados Unidos cedió 0,91% hasta los US$ 101,04, mientras que el referente mundial, Brent, cerró con bajas de 0,69% llegando a US$ 105,72.
En el mercado explican que el alza del petróleo se justificaba por el riesgo geopolítico de Egipto, a lo que se suman las expectativas de una mayor demanda por parte de las refinerías que estaban en mantención junto con otras que se pondrían en marcha.
De este modo, el precio del petróleo, cuyo mercado físico no está ajustado -gracias a una mayor oferta por parte de Norteamérica y a la nueva tecnología para extraer petróleo de esquisto- había estado reflejando un precio más elevado, y que iba más allá de los fundamentales.