Cuatro alzas seguida sumó este miércoles el precio internacional del petróleo.
El WTI, cotizado en Nueva York y
de referencia para los precios que aplica la Enap en Chile, cerró la
rueda con un alza de 56 centavos,
llegando a los US$ 89,88 el barril.
Por su parte, el Brent, que
se cotiza en Londres y de referencia en Europa, subió 44 centavos
frente al precio del viernes pasado, ubicándose en US$ 94,44.
El leve repunte de la materia prima coincidió con el dato del Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos, en cuya tercera revisión se aceleró hasta un 2,6% en el tercer trimestre, nueve décimas más que entre los
meses de abril y junio.
En su último cálculo el Departamento
de Comercio añadió una décima al crecimiento calculado tras la segunda
revisión para ese período, aunque la cifra quedó por debajo de lo que
preveían los expertos, que apuntaban a una expansión de 3%.
"La
aceleración en el tercer trimestre reflejó principalmente una aguda
reducción en las importaciones y un incremento de inventarios privados",
señaló la nota de prensa del Departamento de Comercio.
El
crecimiento menor del previsto se debió, a juicio de los analistas, a
una revisión a la baja de la demanda de los consumidores respecto a los
datos de noviembre, de 2,8% a 2,4%.
Parecido desencanto causó la noticia de que el crecimiento del PIB del
Reino Unido en el tercer trimestre fue revisado a la baja por la Oficina
Nacional de Estadísticas (ONS), que lo situó en 0,7%, frente al 0,8% de
la primera estimación.
La ONS, que argumentó el recorte a un
crecimiento más débil de lo esperado en la construcción y los servicios,
también rebajó las cifras de crecimiento del primero y el segundo
trimestres del año: de 0,4 a 0,3% y de 1,2 a 1,1%, respectivamente.
Estas revisiones afectaron a la estimación de la tasa de crecimiento
interanual al término del tercer trimestre, que quedó en 2,7%, una
décima menos de lo inicialmente calculado.
Estas revisiones
parecieron confirmar los pronósticos de quienes esperan que el ritmo de
crecimiento de las principales economías del mundo se ralentice en 2011,
lo que previsiblemente tendrá un impacto en el consumo de petróleo.