por maximiliano villena
Los bonos de Enjoy siguen siendo castigados por el mercado, esto tras la ruptura de uno de sus covenants. Y es que al alto precio que los bonos han alcanzado en el mercado secundario se suma la reciente resolución de la Comisión Clasificadora de Riesgo (CCR).
El pasado 1 de marzo, la CCR decidió rechazar las clasificaciones emitidas por Fitch y Humphreys, “debido a la actual posición financiera del emisor”.
Con esto, las AFP tiene prohibición de seguir adquiriendo estos papeles y además tienen un plazo de tres años para enajenarlos, toda vez que la condición de la firma no sea modificada por la CCR.
A principios de febrero, Enjoy publicó en sus estados financieros que no logró mantener la condición de un índice de deuda financiera neta sobre Ebitda de máximo 5,0 veces, pues al 31 dediciembre de 2011 anotó un indicador de 5,6 veces.
Y eso, en el mercado, se ha hecho sentir. Así, en la última transacción (del pasado 19 de marzo), la serie A de la firma llegó transarse un valor par de 95,53, lo que implicó un spread de 400 puntos base (TIR media de 6,02%), un punto porcentual más que el precio anotado en diciembre.
Además, el spread alcanzado es 250 puntos base más que el registrado en la última transacción de marzo de 2011.
A ello se suma que los montos transados tampoco han sido menores. De hecho, en lo que va de marzo el monto transado en papeles de la serie A es superior en 4 veces a todo febrero, llegando a US$ 13,1 millones ( US$ 4,1 millones en febrero)
A la fecha, Enjoy mantiene bonos por US$ 220 millones (de los cuales las AFP tienen US$ 60,55 millones) y tiene un plazo de 90 días para cumplir con los ratios. De no ocurrir, los tenedores de los bonos podrían pedir el rescate acelerado de la deuda.
Si bien los últimos resultados de la compañía administradora de casinos han sido positivos, en el mercado no están del todo convencidos de que sea capaz de llegar a los ratios exigidos, pues la entrada en marcha de Enjoy Santiago -que sería clave- aún no se produce.