En Reino Unido dos entidades financieras acaparan gran parte
de la atención del mercado: Royal Bank of Scotland (RBS) y Barclays. En el caso de RBS, la entidad anunció que dará un plazo de seis meses a los morosos para que puedan saldar sus deudas
antes de proceder al embargo de sus inmuebles, mientras que Barclays pretende
una plataforma de negociación de acciones a partir de las que compró a la fallida Lehman Brothers.
Royal Bank of Scotland dobla el plazo mínimo fijado por la
normativa del sector bancario de Reino Unido, con el fin de que sus clientes
con más problemas tengan unos meses más para poder pagar su hipoteca.
La entidad también comentó que la ayuda recibida por
parte del Estado lo convirtió en propietario del 65% del banco. Según los
términos con el Gobierno, RBS no podrá pagar dividendos hasta que recompre al
Estado las acciones preferentes , lo que se ha propuesto para 2010. Ahora, el
objetivo principal es volver al origen de su negocio e intentar mantener en su
seno a sus clientes.
Barclays Capital, filial de inversión de Barclays, inició su plan de reconstrucción de su división de valores para recuperar su
posición en un negocio que abandonó hace una década. Quiere aprovechar la
ralentización económica para contratar a analistas y traders con salarios
inferiores y construir una plataforma de negociación de acciones a partir de la
que compró a la
fallida Lehman Brothers.