El banco español Santander cerró su emisión de deuda sin
aval a un plazo de dos años en una operación final de 1.250 millones de euros (unos
US$ 1.650 millones). La demanda, según fuentes relacionadas con la operación, superó
los 1.300 millones de euros (US$ 1.716 millones).
Según el diario Expansión, el precio final fue “un poquito”
más elevado del que se baraja en un principio de 145 puntos básicos por encima
del índice de referencia para las emisiones a tipo fijo o midswap. Finalmente
se colocó a 150 puntos básicos sobre la misma referencia "porque se ha
detectado más demanda a estos niveles", añaden fuentes financieras.
La entidad había contratado a Merrill Lynch, Natixis y BNP
Paribas para colocar bonos a dos años, tras un sondeo fallido que realizó el
pasado 20 de febrero.
Con esta emisión, Santander confirma no quiere saber nada,
por el momento, de los avales que ha ofrecido el Estado para facilitar el
acceso a la financiación de las entidades en los mercados mayoristas.