Las horas
previas a la esperada decisión de la Reserva Federal, lejos de calmar los
ánimos en el mercado de deuda soberana europea, acentúan las alertas. Todo se
traduce en una mayor concentración de las compras de deuda alemana.
La mayor
demanda sitúa la rentabilidad del bono alemán a diez años por debajo del 2,45%.
Parte de estas inversiones proceden de la huida de deuda periférica como la
irlandesa. El resultado es un aumento de la rentabilidad del bono irlandés a
diez años hasta el 7,45%, y un nuevo récord en su diferencial. Por primera vez
desde la introducción del euro, el riesgo país de Irlanda supera la barrera de
los 500 puntos básicos.
Las últimas
jornadas han diluido las expectativas de una casi inminente venta del negocio
británico de Allied Irish Bank, el banco 'rescatado' por el Gobierno irlandés,
y uno de los principales focos de alerta sobre la evolución de la deuda del
país. El BCE, además, calmó la compra de bonos en las últimas fechas, y desde
Bruselas llega la amenaza de una regulación más estricta para los países que
incumplan los límites de déficit.
Las
tensiones aumentan de paso los seguros de impago de Irlanda. Los credit default
swaps (CDS) repuntan hasta los 530 puntos básicos, lo que significa que el costo
de asegurar 10 millones de euros de deuda irlandesa a cinco años se encarece
hasta los 530.000 euros.