Wall Street abrió la jornada con recortes, con los inversores
pesimistas tras las pérdidas de FedEx en el cuarto trimestre y la
fuerte caída de las acciones de los bancos.
Tras la apertura, el Dow Jones de Industriales baja 0,21% para situarse en 12.077,09 unidades, con 24
de los 30 valores que lo componen en rojo.
Las acciones de General Motors lideraban las caídas en este
índice al bajar un 4,61%, mientras que los títulos de la
farmacéutica Pfizer eran los que más subían, al avanzar un 2,77%.
El mercado Nasdaq, donde cotiza gran parte de las empresas de
tecnología e internet, pierde o,83% hasta
las 2.437,25 unidades, mientras que el selectivo S&P 500, que mide
el rendimiento de las 500 principales empresas que cotizan en Nueva
York, retrocede 0,73%, hasta 1.341,05
unidades.
El índice NYSE, que agrupa a todos los valores del mercado,
bajaba 0,81% para situarse en 9.000,61
unidades, debido al retroceso de las acciones de los bancos, que en
su conjunto caían un 3,13%.
Los títulos del banco de inversión estadounidense Morgan Stanley
perdían un 5,22%, después de anunciar que en su primer
semestre fiscal ganó un 51% menos que hace un año y que en
su segundo trimestre fiscal su beneficio neto bajó un 60%.
Al pesimismo de Wall Street también contribuían los resultados de
la compañía de mensajería y paquetería FedEx, que Wall Street
consideró decepcionantes.
Las acciones de FedEx bajaban un 2,79%, después de
anunciar que en el ejercicio fiscal de 2008 ganó un 44% menos que el año anterior, tras perder en su cuarto trimestre fiscal
US$ 241 millones, debido a los altos precios del petróleo y
la ralentización de la economía estadounidense.
El precio del petróleo de Texas, de referencia en Estados Unidos,
se mantenía en torno a US$ 134, después de que el lunes rozara
en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex) los US$ 140 por
barril, a la espera de conocer los datos de reservas en Estados Unidos.
La Bolsa de Nueva York movía tras la apertura 191 millones de
acciones frente a los 327 millones de títulos del Nasdaq.
En el mercado secundario de la deuda, las obligaciones a diez
años subían y ofrecían una rentabilidad, que se mueve en sentido
contrario, del 4,18 por ciento frente al 4,2 por ciento del cierre
del martes.