"No sé si las autoridades europeas tengan la fuerza para realizar los planes de ahorro"

El ejecutivo chileno-alemán señala que la mayor discusión en Alemania es cómo reducir el gasto, pero destaca que "ningún sector quiere ceder".

Por: | Publicado: Miércoles 9 de junio de 2010 a las 05:00 hrs.
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Marta Lillo

Enviada especial a Alemania



Se respira tensión en Alemania. A las elecciones del 30 de junio para reemplazar al presidente Horst Köehler tras su sorpresiva renuncia a principios de mes, se suma el fuerte descontento en la ciudadanía por el reciente anuncio de recorte de gasto público, que vino a exacerbar los ánimos ya resentidos por el financiamiento que Alemania está aportando al plan de rescate de la economía de Grecia.

Porque la mayor economía de Europa va a tener que sacrificar parte de su bienestar social por reducir su déficit de deuda pública, lo que dejará una profunda huella en su ciudadanía, asegura el socio de KPMG International, Georg Roennberg. De nacionalidad chilena y alemana y residente en este país hace más de 20 años, observa con preocupación el descontento de los alemanes con sus políticos, y el ambiente general de pesimismo en el bloque por las altas deudas públicas de sus países miembros, varias de ellas arrastradas mucho antes de la crisis financiera global.

"El público alemán, en general, ve de forma algo más relajada la crisis financiera, porque acá hubo muy pocos bancos afectados. El segundo más grande del país, el Commerzbank, fue intervenido por el gobierno, pero ahora ya no es tema y el sistema bancario en Alemania está bastante tranquilo", explica.

El principal quebradero de cabeza alemán hoy es cómo reducir el déficit de deuda pública y a la vez no comprometer el nivel de bienestar social alcanzado en el país. "La mayor discusión es cómo reducir el gasto pero ningún sector quiere ceder. Lo anunciado por el gobierno es un primer paso, pero necesita de muchos ajustes y no es suficiente. Se discute ahora si bajar los impuestos, pero a mi juicio no quedará otra que subirlos. El déficit de Alemania está relativamente bien comparado con el resto de Europa, pero sigue estando por encima del 3% del PIB que exige la Comisión . La Unión Europea también creó recientemente un vehículo especial para financiar los países con problemas fiscales. Es un paso histórico, porque es una institucionalidad solidaria que busca proteger al bloque, su sistema político y económico, pero el cual sólo va a funcionar si todos los países hacen un esfuerzo especial para reducir sus déficit", advierte.

- ¿Está la disposición?

- La disposición política está, pero quizás la real es dónde está el verdadero problema. No sé si las autoridades europeas tengan la fuerza para realizar los planes de ahorro que son necesarios. Son posibles, pero será un proceso engorroso y difícil. Cada país tiene problemas estructurales muy complejos por resolver, por ejemplo la alta tasa de desempleo en España o el sistema de pensiones en Alemania.

- ¿Cuáles son los principales desafíos para Alemania y la UE?

- En Europa se paga por una estabilidad social, pero hay algunos sistemas exagerados como el griego, con una tasa tremenda de empleados públicos y un sistema de retiro a los 55 años, cuando en otros países son por encima de los 60 años. Hay también problemas de evasión de impuestos, especialmente en Europa del sur. En Alemania y el resto del bloque se está viendo mantener los gastos sociales, pero recalibrarlos para dar mayor igualdad entre las naciones.

- ¿Qué sucedió en Europa que llevó a sus países a tener estas grandes deudas?

- Se perdió la vista sobre los déficit. Todos los países europeos estaban viviendo sobre sus realidades económicas, no sólo Alemania. Y ahora nadie quiere abandonar su estado económico de bienestar. En el caso de Alemania, la disposición a participar en el ahorro nacional está condicionada a que alguien más lo haga, porque nadie quiere ceder.

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