El Tribunal Supremo de Canadá ha dictaminado que los inversores pueden demandar a Lundin Mining Corp., con sede en Vancouver, por no informar sobre un desprendimiento de rocas ocurrido en una de sus minas en Chile -Minera Candelaria-, confirmando así que cuando las empresas cotizan en bolsa deben compartir información con los accionistas.
El viernes, la Corte Suprema de Canadá anuló la interpretación de un tribunal inferior que definía de forma restrictiva el concepto de "información material", lo que habría impedido a los inversores presentar una demanda colectiva contra Lundin, alegando que la empresa tardó demasiado en informarles sobre el desprendimiento, informó Mining.com.
En 2017, Lundin detectó inestabilidad en la pared del pozo en parte de su mina a cielo abierto en la mina de cobre Candelaria, ubicada en la Región de Atacama. Unos días después, el 31 de octubre, cayeron en la mina hasta 700.000 toneladas métricas de material de desmonte. Lundin divulgó el incidente el 29 de noviembre, reduciendo en un 20% sus previsiones de producción para 2018 en la mina.
El anuncio provocó que las acciones de Lundin cayeran un 16% al día siguiente, borrando más de 1.000 millones de dólares canadienses (US$ 715 millones) de capitalización de mercado.
"La Corte Suprema ha confirmado la orientación que ha dado a las empresas públicas en el pasado, que es que cuando algo interno sucede dentro de su empresa y es algo importante para los inversores, debe revelarlo de inmediato", dijo Doug Sarro, profesor adjunto de derecho en la Universidad de Ottawa, en una entrevista.
"Ha habido algunos comentarios previos a la apelación que intentan sugerir que la situación actual es que no se deben divulgar cambios sustanciales a menos que impliquen, en la práctica, el fin del negocio", declaró Sarro, cuyo análisis se citó en la decisión del tribunal. "Por lo tanto, es positivo que la Corte Suprema haya intervenido y corregido el expediente para todos".
Michael Thom, director gerente de CFA Societies Canada, que intervino en el caso, afirmó que la decisión refuerza la idea de que las empresas conocen mejor sus propios negocios.
"Esto es positivo para los inversores y para los mercados", afirmó. "No lleva la ley hacia una dirección nueva o difícil de entender".
Un abogado de Lundin Mining indicó que la empresa no haría comentarios sobre la decisión.