El Ministerio del Medio Ambiente presentó este martes la iniciativa “Transitando hacia una construcción circular y descarbonizada en Chile”, que impulsará acciones para la reducción de emisiones y desecho de residuos de este sector.
El diseño del proyecto “busca impulsar a los sectores público y privado hacia una gestión eficiente de recursos a lo largo del ciclo de vida de los materiales y proyectos de edificación e infraestructura, así como dotar de herramientas con efectos positivos en lo ambiental, social y económico”, explicó la ministra del Medio Ambiente, Maisa Rojas.
El proyecto contará con un financiamiento de US$ 3 millones del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF, por su sigla en inglés) y será implementado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma).
Además, se enmarca en la Hoja de Ruta RCD Economía Circular en Construcción 2035, documento que establece metas para la industria con el objetivo de alcanzar la carbono neutralidad en 2050 y el peak de emisiones en 2027, en concordancia con el Acuerdo de París.
“En Chile vemos avances importantes en esta dirección, desde políticas públicas hasta pilotos innovadores. El desafío es consolidar estos esfuerzos y avanzar hacia una estrategia integral que conecte infraestructura, medio ambiente y bienestar social”, afirmó el director regional de Pnuma, Juan Bello.
“La economía circular en la construcción no es una aspiración lejana, sino una realidad que podemos construir juntos desde hoy”, aseguró el gerente general de la Fundación Chile, Hernán Araneda, institución que está encargada de ejecutar el programa.
Desde el Ministerio del Medio Ambiente destacaron que esta colaboración podría permitir que la iniciativa trascienda los ciclos políticos.
“Para asegurar la gobernanza del proyecto en el largo plazo, se ha diseñado un enfoque participativo y multisectorial, que incluye a ministerios, gremios, gobiernos locales y otros actores relevantes”, dijo a DF el jefe de la oficina de economía circular del Ministerio del Medio Ambiente, Tomás Saieg.
Según datos entregados por la ministra Rojas, cerca del 35% de los residuos generados a nivel mundial provienen de la industria de la construcción. En Chile, en tanto, “solo por edificaciones autorizadas se generan más de 7 millones de toneladas de residuos al año, lo que equivale a tres veces el cerro Santa Lucía” explicó.
“Pensamos que con una buena separación, entre el 90% y 95% de los residuos pueden ser valorizados. Y es ahí donde podemos tener un avance medioambiental muy relevante”, afirmó Rojas.
Detalle del proyecto
La iniciativa contempla la generación de diversos productos, los cuales corresponden a los componentes definidos en el proyecto: marco legal, regulatorio e infraestructura de calidad; financiamiento y modelos de negocio circulares; implementación territorial; pilotos demostrativos; generación y gestión del conocimiento.
Los cuatro pilotos demostrativos con los que iniciará el proyecto tienen como propósito demostrar la viabilidad y generar ejemplos exitosos que validen la aplicación del proyecto en diversos ámbitos del sector de la construcción.
Estos incluyen desde soluciones circulares para infraestructura vial con materiales alternativos, hasta nuevos estándares para el sector maderero-forestal. También contemplarán herramientas tecnológicas para combatir la extracción ilegal de áridos y el vertido de residuos, permitiendo identificar, controlar y detectar tanto los sitios no autorizados como a sus infractores.
Por último, para verificar que los esfuerzos den fruto, uno de los pilotos apuntará a cuantificar los impactos medioambientales en base al análisis del ciclo de vida de la construcción, para así calcular los precios sociales de los impactos e incorporarlos en la evaluación de proyectos a futuro.
Con 27 socios y colaboradores comprometidos del mundo público y privado, los pilotos comenzarán a desarrollarse en agosto. Las autoridades dijeron que esperan una amplia participación en los cuatro años previstos para la ejecución del proyecto.